Es complicado hablar del festival de Sitges sin parecer afectado o un pérfido miembro de su departamento de marketing. Su inigualable ubicación y la entregada audiencia que se congrega cada año alrededor de uno de los mejores programas de cine fantástico del mundo convierten al festival en una cita obligada no sólo para los fans del género, sino para aquellos que, habiéndose desentendido de cualquier prejuicio, disfrutan abandonándose a un sangriento carrusel del exceso. Si bien es cierto que se ha hablado mucho de la ausencia de terror puro en esta edición, muchas han sido las películas que han arrancado tremendos aplausos del respetable, lágrimas de emoción incluídas en el caso de algún documental que repasaba míticos momentos de la historia del cine. Los párrafos que siguen a esta introducción servirán, a modo de lista, para hacerse una idea del tipo de películas que he encontrado durante seis días de gozo absoluto.
miércoles, 23 de octubre de 2013
Crónica Festival de Sitges 2013
jueves, 10 de octubre de 2013
La Vida de Adèle
Después de haber leído el comic (Le Bleu est une Coleur Chaude) y visto la película
(La vida de Adele), no me queda más remedio que admirar que de una historia tan
sencilla (e incluso simplona), como es la del cómic, se haya podido hacer una
historia tan intensa y obsesiva como la de la película.
miércoles, 2 de octubre de 2013
Las brujas de Zugarramurdi
Alex de la Iglesia es una figura clave en la historia del cine español por méritos propios. Desde Mirindas Asesinas hasta Las brujas de Zugarramundi ha demostrado un talento y un valor descomunales detrás de las cámaras, mezclando géneros en apariencia irreconciliables y haciendo de la orquestación del exceso una seña de identidad. Algo que se agradece enormemente en un país en el que el cine de entretenimiento carece de toques tan personales y normalmente pasa por reproducir ideas supuestamente exitosas que han tenido lugar al otro lado del charco.
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