Cartelera canadiense: The Descendants, Tomboy, My Week with Marilyn

Como se puede ver, la cartelera de Toronto empieza a recibir los estrenos más esperados del año. A una velocidad de seis estrenos por semana, 24 Reflejos intenta acercarse a las películas más señaladas y con mayor expectación. Desde dos grandes películas con entrada segura a los oscar (The Descendants y My Week with Marilyn) a una película francesa indie aclamada en varios festivales (Tomboy).

Quizá la más decepcionante, contradicionando a muchos de los críticos más importantes, es The Descendants, una película de Alexander Payne (Sideways, A Propósito de Schmidt) con George Clooney como protagonista. Cuenta la historia de un padre un tanto desatento que se encuentra con una mujer en coma a la que se da cuenta no conocía, y a dos hijas a las que tiene que empezar a cuidar. Aunque el tono característico de Payne, entre el humor cínico y el drama hacen de The Descendants una película entretenida y fácil de llevar, la película se estanca ahí y no tiene un punto álgido claro. Desde luego, el personaje de George Clooney y su relación con sus dos hijas (atentos a la nueva promesa Shailene Woodley, nominada al Globo de Oro) tiene momentos fantásticos, pero se echa de menos algún momento culminante, que no termina de llegar nunca.

Una de mis grandes recomendaciones es Tomboy. Como fan absoluta de Céline Sciamma (directora del peliculón Naissance des Pieuvres) esperaba con ansia su nueva cinta. Y no me ha decepcionado en absoluto. Con el mismo tono pausado y atento, observando cada mínimo detalle y capturando una naturalidad absoluta por parte de los personajes protagonistas (en este caso unos niños y niñas que rondan entre los 6 y los 12 años), Sciamma se adentra en el peliagudo tema de la identidad sexual, a través de la mirada dulce e inocente de una niña de 10 años. Tomboy comienza con la llegada de una familia a un nuevo barrio, donde la hija mayor decide cambiarse el nombre y hacerse pasar por un chico. Sciamma analiza sin pudor una sociedad en la que la identidad viene marcada por cosas tan estúpidas como el pelo, el fútbol o un simple bañador.

Por último, y esta vez completamente de acuerdo con la mayoría de los críticos, My Week with Marilyn es una de las películas del año. Quizá la historia no cuente nada nuevo (la vida de una estrella y la persona que hay detrás), pero como ocurría con la propia Marilyn, la película, o concretamente el personaje de ella, consigue hipnotizar de una manera alucinante. Por desgracia, Michelle Williams se enfrentará posiblemente a dos de las grandes (Meryl Streep y Glenn Close) que le robarán un merecido oscar por su interpretación del gran icono hollywodiense. La creación del personaje está hecha a la perfección, mostrando a una mujer que enamora y desconcierta, cuya inocencia no se sabe si es real o fingida, cuya fragilidad atrae irremediablemente y que se encuentra en la línea entre la estupidez y el encanto.