sábado, 11 de enero de 2014

La lectora y 12 años de esclavitud

Decía Roland Barthes que la muerte del autor traería el nacimiento del lector. Esto me viene muy bien para empezar este artículo matando a Steve McQueen, quien nunca me ha caído simpático, y desterrar a los fans de Shame desde ya, porque no van por ahí los tiros.



El nacimiento del lector. De la lectora, ya que nos ponemos. Esta lectora lo primero que experimentó con 12 años de esclavitud es un asombro manifiesto ante la falta de entusiastas acompañantes para ir a ver la citada película. Y después de verla, el mismo asombro ante la cara impávida de la gente que no se contagiaba por el entusiasmo de mi recomendación. "Ah, es esa de los esclavos negros". El recelo de mis interlocutoras era de tipo A, B y C.

Tipo A dijo: "otra yanquilada ñoña para los Oscar en la que siempre acabas picando".
Tipo B exclamó: "sinceramente, no me apetece tanto drama".
Tipo C se disculpó: "ay, hija, yo es que ya vi a Kunta Kinte en su momento".

Obviamente, A, B y C se equivocan. Es importante ver 12 años de esclavitud porque debería ser obvia para todas la necesidad de mantener conversaciones abiertas sobre la esclavitud y raza. "Paso de ver la trilogía de Antes del Amanecer porque ya vi Los Puentes de Madison y como drama romántico heterocéntrico me basta", dijo nadie jamás. Lo pillo, besos en pantalla grande son más agradables de ver que latigazos. Sobre todo cuando tú tienes el color de piel de quien da los latigazos.

Escribir esto y sentir la vergüenza de quien dice cosas demagógicas desde una posición privilegiada es todo uno. Pero es justamente ese privilegio (histórico y racial) el que me impulsa a hablar de la película. Se me hace importante que una película represente a toda esa platea de actores blancos que adoramos como un grupo de gente completamente despreciable e inexcusable. Se me hace importante porque me interpela como espectadora y me hace pensar en mi culpa y mis privilegios y en esas collejas imaginarias una empieza a cuestionarse y examinarse. No es suficiente, pero es un primer paso.

La otra cosa así gigante que me hizo sentir 12 años de esclavitud tiene que ver con el personaje de Patsey. Patsey es una esclava negra que recoge casi 5 veces más algodón al día que el resto de hombres de la plantación, es sistemáticamente violada por su amo y torturada por su ama que está celosa. Patsey es el personaje secundario que roba toda la película: cada vez que la cámara se aparta de ella te jode en el alma, porque su historia es mucho más grande y dolorosa y está contada sólo a medias. Tenemos la historia de Solomon Northup pero nadie ha contado aún la de Patsey. Cuando Patsey se enfrenta a su amo porque trabaja más que ningún hombre y aún así le niegan una pastilla de jabón me acordaba yo de Sojourner Truth y me preguntaba cómo es que no tiene película propia. No se me ocurre otra más necesaria.

"Los caballeros dicen que las mujeres necesitan ayuda para subir a las carretas y para pasar sobre los huecos en la calle y que deben tener el mejor puesto en todas partes.
Pero a mi nadie nunca me ha ayudado a subir a las carretas o a saltar charcos de lodo o me ha dado el mejor puesto! y ¿Acaso no soy una mujer? ¡Mírenme! ¡Miren mis brazos! ¡He arado y sembrado, y trabajado en los establos y ningún hombre lo hizo nunca mejor que yo! Y ¿Acaso no soy una mujer? Puedo trabajar y comer tanto como un hombre si es que consigo alimento-y puedo aguantar el latigazo también! Y ¿Acaso no soy una mujer? Parí trece hijos y vi como todos fueron vendidos como esclavos, cuando lloré junto a las penas de mi madre nadie, excepto Jesús Cristo, me escuchó y ¿Acaso no soy una mujer?"
(spoiler)

12 años de esclavitud termina con Solomon volviendo a los brazos de su familia. Ojalá se hubiese acabado una escena antes, con él dejando de ser Platt para volver a ser Solomon y abrazando a Patsey un adiós. Con la mirada de ella sobre el carro que se aleja y nunca va a liberarla.
Pero eso será otra historia que debe ser contada en otra ocasión.



3 comentarios:

  1. Y me leí el spoiler de ambalada que venía con tu reseña! Me encantó leerte. Voy a volver.

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  2. ¿Es la mejor película del año? Para mí sí, absolutamente. Lo explico, además, aquí: "Este negro es mío"

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