TIFF: Frances Ha y Spring Breakers

Entre peliculón y peliculón, con grandes candidatas a arrasar en taquilla y en toda clase de premios cinematográficos, el TIFF también tiene hueco para propuestas menos ambiciosas. Entre ellas Frances Ha o Spring Breakers.

Blanco y negro. Prota artista. Amiga con gafas de Woody Allen. Nueva York de fondo. ¿Huele a tufillo bohemio, no? Pues, sorprendentemente, el director y guionista Noah Baumbach (director de Una Historia de Brooklyn o Greenberg y guionista de varias pelis de Wes Anderson) consigue que Frances Ha, con exactamente todos los clichés del cine modernindie, se digiera muy bien.

Aunque realmente hay que darle las gracias a la actriz protagonista y co-guionista Greta Gerwig (algunos la conoceréis por Hanna Takes the Stairs o Greenberg y pronto la veréis en la nueva de Woody Allen). Gerwig consigue que los diálogos sean ágiles, espontáneos y divertidísimos. Y los silencios mucho más.

El tema de la película  se centra en la historia de Frances y Sophie, dos amigas de la universidad que piensan igual, se ríen de lo mismo y duermen en la misma cama. “Es una historia de amistad siguiendo la estructura clásica de la relación de amor”, comenta la guionista. Cuando Sophie se muda de casa y se echa novio, Frances pierde su otra mitad y se da cuenta de que es hora de madurar por su cuenta en un Nueva York que no se lo pondrá fácil.

Muy al estilo Girls (incluso aparece el actor que interpreta a Adam), la protagonista sufre con gracia al intentar hacerse mayor.

Nota 6/10

Algunos consideran que, más allá de los premios oficiales, Spring Breakers ha sido la película del Festival de Venecia. Y es que sólo Harmony Korine (director de Gummo y guionista fiel de Larry Clark) se atreve a coger a las princesas Disney de nuestra era (la cantante Selena Gomez, la High School Musician Vanessa Hudgens y la Pretty Little Liar Ashley Benson) para ponerlas a esnifar cocaína y chupar pollas.

Básicamente la historia se centra en cuatro quinceañeras  que durante sus vacaciones de primavera quieren ir a la fiesta de Spring Break de Florida (una especie de Ibiza veraniego). Se las arreglan a su manera para poder ir y una vez allí, acaban en la cárcel, donde un camello chungo millonario (interpretado por el increíble+alucinante+divertidísimo James Franco) las ayudará a salir para cambiarles la vida.

Muy al estilo Korine, todo resulta exagerado, chirriante y chillón. Y esa es la gracia. Una especie de Callejeros en la Ruta del Bakalao yanki, donde cada situación y personaje es extravagante y atrayente al mismo tiempo.

Y es que sólo a Korine se le permite poner una canción de Britney Spears mientras las chicas con pasamontañas rosas se dedican a atracar con metralletas. Y encima se le puede aplaudir con admiración.

Nota 7/10