Protagonismo de Medem en Málaga
Julio Medem puede salir orgulloso de su paso por Málaga. No en vano, el festival le ha tenido a él como principal protagonista. Por un lado, el Premio Retrospectiva, que premiaba su labor como director, breve, pero intensa. Por otro lado, el éxito de Habitación en Roma, que gustó a la crítica y puso en pie al Teatro Cervantes en unos aplausos eternos en su estreno, en la Gala de Clausura del 13 Festival de Cine Español de Málaga.
Con el rechazo a Caótica Ana aún reciente, Medem llegaba nervioso, preocupado e inquieto. El director vasco es un hombre orgulloso de lo que hace, que siente a sus películas como hijas a las que defiende frente a todo. Quizá por ello, la película dedicada a su hermana sea la que más protección le provoque. Ya se sabe que la crítica es despiadada: o gusta o no gusta. No existen grises, no hay un aprobado ordinario cuando se trata de la prensa. Por eso, y porque Julio Medem es un director que despierta pasiones con su “cine poesía”, había una gran expectación el jueves, en el pase de prensa de la película. El saldo final, sin embargo, fueron unos aplausos unánimes y una cantidad de críticas favorables en las 24 horas siguientes.
“Cuando me propusieron el Premo Retrospectiva, pensé que era muy pronto. Estoy sólo, como mínimo, a la mitad de mi carrera”. Para Carmelo Romero, director del Festival de Málaga, fue quien le propuso el premio “es injusto que se dediquen las retrospectivas sólo a los directores mayores con muchas películas”, sin embargo. El momento, además, fue clave para Medem. Aunque no quiso dar muchos detalles durante la rueda de prensa, el director se siente en un cambio de etapa a nivel profesional. Un cambio que ni él entiende, que le está llevando a marchas forzadas hacia el clasicismo, hacia la Grecia de hace 25 años, que quiere plasmar en una gran producción. El mundo de Pericles y Aspasia (posible título de la película), señala el director, quedaría muy bien en 3D. Habrá que esperar para saberlo, pero Habitación en Roma puede que sea la película de transición entre una y otra etapa. El remake, totalmente personal, de En la cama, ya está plagado de referencia a la cultura clásica, que influye también en el trabajo del director de fotografía, Alex Catalán. Cuando una película apasiona, se ve en el equipo. Elena Anaya, Natasha Yarovenko y Julio Medem se presentaron en la rueda de prensa como un trío perfectamente unido. La pasión con la que la actriz española se refería a Alba, su personaje, la emoción con la que la intérprete rusa contaba su casting o el orgullo con el que Medem miraba de una a otra se traducía en la sala. También se tradujo en el Teatro Cervantes, cuando este se puso en pie y se pudo ver la felicidad del equipo desde el palco. “En las películas busco el reto de probar. Aquí el reto es que sean dos mujeres”. Dos mujeres que van desnudas, algo que contribuye a esa poesía y a esa magia que Medem busca en los rodajes. “Me llevo tranquilidad e ilusión. Creo que es una película que se va a ver como yo propongo”.
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