En los Goya de anoche arrasó 'Blancanieves', pero el premio de mejor director fue para J. A. Bayona, que en el discurso dijo: "El éxito de esta película no me haría feliz si no lo sintierais vosotros como vuestro. Sufrimos 40 años de miseria, llegamos en el año 75 una nueva generación de directores para mirar adelante con ambición. Está bien hacer películas grandes. Está bien. No significa ser arrogante, igual que hacer películas pequeñas no significa ser pobre. Y el cine español necesita películas grandes, medianas y pequeñas. Y que vosotros os sigáis emocionando como nos emocionamos nosotros al hacerlas. Muchas gracias"
El discurso de Bayona me encanta, porque pone de manifiesto varias cosas claves que me vinieron a la cabeza tras ver 'Lo Imposible'. Lo primero, ¿Es 'Lo Imposible' una película española? Según los papeles sí, la mayoría del equipo técnico es español, lo que le da derecho a la película a acceder a la financiación del ICAA. Es también la historia de una familia española, pero esto no sale en la película. Y aunque sale Marta Etura, la película está rodada en inglés, situada en Tailandia y protagonizada por una familia muy rubia. Y las estrellas son Naomi Watts y Ewan McGregor. La españolidad de 'Lo Imposible es', cuanto menos, peculiar. La película española más taquillera de la historia se ha consumido doblada en su propio país de origen, ¿no os parece que es para mondarse de risa?
Yo no creo que haya que cuestionar que Bayona sea arrogante por hacer 'Lo Imposible'. Lo que me apetece cuestionar es qué determina la nacionalidad de una película, y cómo para arrasar en taquilla una película española tiene que parecer que no lo es: Tiene que tener el glamour de estrellas internacionales, tiene que sonar con las voces de los dobladores que salen en todas las películas y series y que tranquilizan al público con su estilo de dicción claro y limpio, tiene que tener un tsunami tan bien hecho que parezca de Hollywood y no de Albacete, y tiene que emocionar, emocionar mucho -el cine como la fábrica de sueños que nos dejó en herencia el Hollywood clásico.
Bayona quiere que su triunfo sea el nuestro, y en efecto cuando vi la película no pude dejar de reconocerle sus méritos, la impecable factura con la que está hecha. Creo firmemente que las películas deben ser criticadas según el contexto en el que se producen, de donde vienen, sus medios, sus intenciones. Y esto me plantea los siguientes interrogantes: ¿nos flipa la producción de 'Lo Imposible' porque tenemos interiorizado que el cine español va de guerras civiles, travestis, y en general cosas sociales con poco presupuesto? ¿En cuanto alguien hace una película comercial, técnicamente perfecta, se revoluciona el cine español? ¿Y si Lo Imposible hubiese sido dirigida por cualquier director yanqui? ¿Sería muy diferente? ¿Hubiese llegado aún más lejos, o sin semejante campaña de publicidad de Telecinco sus resultados en España no serían excepcionales?
Bayona dice que el cine español necesita películas grandes. A juzgar los resultados de taquilla de la película, está claro que tiene razón. Pero a mí me gustaría que no dejáramos de cuestionarnos ese tipo de "gran cine". Si se trata de desbordar emoción, de una narrativa convencionalista, de formalismo estético, de que parezca que hay mucho dinero y esté muy bien gastado, a mi no me interesa. No me interesa 'Lo Imposible' porque no me da la gana caer en la trampa de la lágrima cuando me están contando la historia de unos privilegiados blanquitos muy rubitos a los que se les estropean las vacaciones en Tailandia, y el drama de la gente del país que se queda sin nada no sale ni de refilón en la pantalla. Bayona habla de ambición, de una nueva generación salida de la miseria de la dictadura. ¿Se trata de reinventar Hollywood, de copiar la narrativa del imperio? ¿A estas alturas? Pues tendrá su publico, pero vamos, no me jodas.
Tengo que reconocer que yo no he visto "Lo imposible" porque no surgió y porque tampoco me llamaba demasiado la atención, pero también tengo que reconocer que después del discurso de Bayona, la veré sin falta esta semana... Y es que es uno de los pocos discursos que logró emocionarme porque parecía apasionado, natural y sincero y, además, el darle el premio a la verdadera protagonista de la historia, fue un detallazo. Sin embargo, llegó un poco tarde porque a medida que se sucedían los premios a "Lo imposible", en mi salón se iban repitiendo las dudas sobre cuándo c*** pensaban dedicarle el premio a los 230.000 muertos en el tsunami. No me parece de recibo hacer una película sobre un drama semejante, si nadie en el equipo artístico y técnico está concienciado sobre todas las vidas que se perdieron realmente en un desastre tan surrealista que parece sacado de una película de ficción (hecha en Hollywood).
ResponderEliminarPese a ello, enhorabuena a Bayona.
Por cierto, este debate podría acabar completamente eclipsado por esta pregunta pero.... ¿creéis que hubo tongo en los Goya? ¿A santo de qué había dos sobres a la Mejor Canción Original? ¿Cómo fue ese error y por qué nadie pidió perdón a los pobres de "Els nens salvatges" que se fueron después de 20 minutos sin una disculpa oficial?
ResponderEliminarLo de los sobres no es tongo, sino esto: http://www.fotogramas.es/Noticias/Goya/2012/La-sonada-equivocacion-del-premio-Goya-a-la-mejor-cancion
EliminarSi yo la hubiese cagado así, hubiese fingido ser ropa y los de Els nens salvatges seguirían con el premio...
Ya lo dijo Bayona, hay cabida para películas grandes y pequeñas, lo importante es que haya variedad temática y estilística, y eso es algo que hasta hace poco no lo había, por eso el cine español actual está teniendo mayor éxito en taquilla, porque ofrece lo que el público quiere ver, lo que no evita que pueda convivir con un cine más intimista o de bajo presupuesto, pero es importante llenar cines si se quiere consolidar una industria cinematográfica. A mi "Lo imposible" me parece una buena película, aunque no sea mi estilo, y competía con dos peliculones como "Blancanieves" y "Grupo 7", tres propuestas diferentes que pueden llegar a públicos distintos.
ResponderEliminarMe permito aclarar lo de la nacionalidad: una película no es española porque su equipo técnico esté formado por españoles, lo es porque las empresas que la producen son españolas. La nacionalidad de una película es la de sus productores, así de simple. También se pueden hacer coproducciones (con empresas de otro país) y así una película puede ser hispano-argentina (como Atraco) o hispano-canadiense (como Mamá).
ResponderEliminarEntonces Midnight in Paris es una pelicula espanola, y lo siento pero por ahi si que no paso.
EliminarNo, no y no. Lo que le pasa al cine español es lo que le pasa a todo lo español. Lo español no puede despuntar porque siempre hay un hijo de vecino que se pone verde de envidia. Lo que pasa con lo español es que no sólo no se puede ser profeta en tu tierra, sino que además debes guardarte de serlo. Porque te lloverán chuzos de punta desde todas las direcciones. Les ha pasado a científicos españoles, genios de la literatura española, del surrealismo español, inventores, médicos, actores, directores de esta Hispania maldita por el sentimiento y complejo de inferioridad. Es el deporte nacional. Es el opio de nuestra tierra. Y últimamente está además aderezado por la comunión con según que tipos de ideologías y políticas. En esta tierra de conejos, la mejor manera de despuntar es exportar nuestro cerebro. Exportar las ideas. Presentarlas en el mundo internacional a la espera de que el mejor postor pague por ellas, porque ninguno de nuestros paisanos reconocerá el talento de su prójimo, sino que además le pisará el cuello para que la deshonra sea aún mayor.
ResponderEliminarSaludos.