jueves, 7 de junio de 2012

Cortos de Reflejos: PORNOBRUJAS


Hace año y medio, en la semana de los cortos de la Comunidad de Madrid, vi un cortometraje llamado ‘Pornobrujas’. Al escenario del pequeño Cine Estudio del Círculo de Bellas Artes subieron dos personas: Andrea y Juan Gautier. Presentaron su cortometraje explicando la razón de su existencia. En realidad, el corto era una reacción a otro corto. Uno en el que se trataba el tema de la violación de manera diferente, victimista y esquiva con la realidad. Después de varios años de trabajo, reuniones con mujeres que han sido violadas, grupos feministas, documentación, etcétera, habían dado a luz a ‘Pornobrujas’.

El corto presenta a cuatro “divas punk” que tocan en un grupo de música ‘garage-punk-rock’. Están de gira y esta vez tocan en Alicante. Mientras unas se quedan en casa descansando, las otras acaban tomando algo con un grupo de chicos.

PORNO BRUJAS/BRUJAS PORNO

Hay quien se asustará al leer estas palabras. Algunas se acercarán con cierto rechazo y otras con excitación. Y quienes reconocerán en ellas a Virginie Despentes. Autora del libro titulado ‘Teoría King Kong’ y que en su interior contiene un capítulo llamado Porno Brujas/Brujas Porno. Despentes vuelca sus experiencias para hablar sobre algunos tabúes del feminismo: violación, pornografía y prostitución.

Los hermanos Gautier recogen su esencia en diecinueve minutos de tensión máxima. La elección de la violación no fue al azar. Es el principal elemento en la vida de una mujer por el cual vivir aterrada. Como describe Despentes “nunca seguras, nunca como ellos…Somos el sexo del miedo, de la humillación, el sexo extranjero”. Y así lo muestran. Andre y Paula son mujeres y son violadas. Dos formas diferentes de afrontar una violación. No existe justificación posible, pero sucede.

La violación es algo que se pilla y de lo que después no te puedes deshacer. Contaminada. Hasta ese momento, yo creía que lo había asumido bien, que tenía la piel gruesa y cosas mejores que hacer en lugar de dejar que tres paletos me traumatizaran[1]


ELLAS: ANDRE, PAULA, IVY Y ANA

Ivy, Paula, Andre y Ana.
Andre, protagonista y personaje con mayor fuerza del corto. Seguramente la mayor de todas, la más concienciada. La violan, pero consigue humillar al hombre que lo hace. “Guau, qué gusto me da tu polla morcillona, me muero de placer”, dice sarcásticamente. Él, humillado, la tira al suelo. Ella está tranquila, se toma su tiempo para pensar, para decidir.

Paula, es la nueva vocalista del grupo. Es la más joven y algo insegura. Ve en Andre una persona a quien admirar, de quien aprender. Cuando la violan está aterrorizada. Grita y llora, pero ocurre igualmente. Se siente culpable y responsable de lo que ha ocurrido. Se siente sucia.

Ivy, después de enterarse lo que les ha ocurrido, coge la furgoneta y escoge que la mejor solución es ir a la policía y denunciar. Algunas piensan que supone una doble violación. “Ir a la policía, salvo para recibir dinero de un seguro, no tiene ningún interés. Declararse víctima de una violación, en una comisaría, pensaba yo de forma instintiva, era una manera de ponerse en peligro de nuevo[2]. Ivy lo dice muy claro: “van a estar marcadas de por vida”, una construcción simbólica de la violación desde el patriarcado que si no ve a la ‘víctima’ traumatizada, desecha y llorando pone en duda que haya habido violación.

Ana, está llena de ira. Sale corriendo tras ellos con sed de venganza, con desesperación, indignación y mucha rabia. Consigue enfrentarse a ellos, pero escapan. Quiere matarlos, darles su merecido. Está llena de adrenalina y sólo quiere venganza, aunque eso no vaya a mejorar la situación ni haga olvidar a Andre y Paula lo que acaba de ocurrir. “Me voy a sentir mal, pero no voy a pensar que he hecho mal”.

Cuatro formas diferentes de afrontar una violación. ‘Pornobrujas’ consigue generar en el espectador una gran empatía y sobre todo una reflexión. Puede resultar violento para el espectador, pero gracias a sus matices, a las interpretaciones y a un final que al menos, aunque sea en la ficción, permite a Ana y a los espectadores realizar ese sueño de venganza, deja una sensación indescriptible. Con toques tarantinos y de Jhon Waters el corto merece un coloquio intenso para desgranar cada detalle.


[La violación]Es un riesgo inevitable, es un riesgo que las mujeres deben tener en cuenta y deben correr si quieren salir de sus casas y circular libremente. Si te sucede, levántate, dust yourself, desempólvate y pasa a otra cosa. Y si eso te da demasiado miedo, entonces quédate en casa de mamá y ocúpate de hacerte la manicura[3]


[1] Declaración de Virginie Despentes en su libro Teoría King Kong
[2] Declaración de Virginie Despentes en su libro Teoría King Kong.
[3] Transcripción de Virginie Despentes de un artículo de Camille Paglia. Camille Paglia: crítica social, intelectual, escritora y profesora estadounidense. Ha sido considerada como "la feminista a la que las otras feministas odian", una "feminista post-feminista" y una de las 100 intelectuales más importantes del mundo (por la revista Prospect del Reino Unido).


2 comentarios:

  1. Tremendo.
    Tremenda Virginie Despentes

    El asumir que como mujer puedes ser violada en cualquier momento no debería ser sinónimo de que toda tu vida este condicionada por un desgraciado(s) que puede que te encuentres o que no. EMPODERAMIENTO

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  2. Puf, se te queda un cuerpo...
    A parte de la reflexión final, lo que más me ha impresionado es la evolución de los acontecimientos hasta que eso sucede. Podrías verte en la situación de relax con una amiga en la playa en cualquier momento, en la situación de charloteo con chavales en un bar en cualquier momento, en la situación de rechazo de unos babosos a la salida de un bar en cualquier momento y ¿en la situación posterior? ¿en cualquier momento?
    ¡La presencia de degenerados machistas no puede limitar nuestras vidas!

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