Es difícil escribir y analizar sobre algo que no te ha gustado, pero más difícil aún es escribir sobre algo que quieres olvidar. Eso me pasa con The tango lesson, aunque aprovecharé que sigue fresca en mi memoria para contaros por que me ha parecido una de las peores películas que he visto en mi vida.
Dirigida, escrita y protagonizada por Salli Potter la película es un homenaje hacia el mundo del tango, del que se nota que la directora es gran admiradora y entusiasta practicante. Empezare por destacar las cosas buenas de la cinta, que sin ser mucho, si es cierto que las escenas de baile son todo un espectáculo visual y las coreografías están rodadas con mucho mimo, cariño y buen hacer. Bien primera parada, hasta aquí hemos llegado, quien pueda bajarse que lo haga, próxima parada el absurdo hecho cine.
La película es un acto de narcisismo, prepotencia y egocentrismo por parte de esta mujer en todos los sentidos. Para empezar el argumento, si es que existe algo parecido en la película, es simplemente contar como ella, empieza a dar clases con el mejor bailarín de tango del mundo, y se va convirtiendo en una excelente bailarina, hasta tal punto que surge una supuesta química sexual entre una premenopausica y un galán treintañero argentino, y este, la elige a ella, que lleva un par de meses aprendiendo a bailar, como su nueva compañera de baile.
La química entre ambos es inexistente, y la actuación de ambos es fría y falta de talento, limitándose ella a poner la media sonrisa bobalicona típica de una niña mona de 12 años. Además ella no es capaz de aportar la fuerza y la pasión que se supone que desprende el tango.
Pero es que lo peor no es eso, si no que la película es una sucesión tras otras de escenas de baile, que en la primera parte de la película tienen un sentido dentro del argumento, pero que en la segunda parte, va introduciendo escena tras escena llegándote a plantear si esta mujer se está riendo de nosotros, o si se toma en serio su trabajo en esta película.
Realmente me parece que esta película la rodó más para su propia satisfacción y darse el gustazo de verse en la pantalla dándose unos bailecitos, que para intentar hacer una película medio decente.
Sinceramente si supiera que el mundo se acaba en una hora y media, sin ninguna duda lo pasaría viendo The Tango Lesson, por que se me haría una eternidad.
Que exagerado eres chiquillo ajajja
ResponderEliminarjaja me encanta ver las dos versiones de la película.
ResponderEliminarel dia y la noche, desde luego XD
ResponderEliminarDios mio. Os voy a regalar a todos unas gafas de pasta. A ti, Sergio, tintadas, para que puedas dormirte durante la película sin que se note.
ResponderEliminarMe parece una crítica buena y más o menos argumentada... sólo le voy a poner un pero:
ResponderEliminar¿desde cuando una premenopaúsica no puede tener química sexual con un galán treintañero? y ¿desde cuando ser premenupaúsica te incapacita para ser una adecuada compañera de baile?
Sé que a lo mejor es sacarle demasiada puntilla al comentario y que, en absoluto estaba dicho con mala intención... pero hay que cuidar las formas en las críticas para no acabar usando adjetivos inadecuados.
Un besote con cariño, Sergio.
Elena desde cuando me tienen a mi hora y media (creeme que se me hizo mucho mas largo) para verlo.
ResponderEliminarAhora en serio, por que la pareja no se sostiene por ningun lado, por que desde un primer momento se ve claramente que es una fantasia sexual de la directora incumplida que quiere hacerla realidad en pantalla, no es por que no se pueda en general es por que esta pareja no me la creo. Y claramente el adjetivo no es inadecuado, es un poco a mala leche obviamente, pero tampoco he dicho una mentira :p
Un abrazo Elena!
Los temas estuvieron buenísimos! las coreografías excelentes. Es verdad a ella le falto esa pasión, fuerza y sensualidad que le hace falta al tango.
ResponderEliminarPor otra parte, hay que admitir que en el mundo del cine muchas son obras puramente narcisistas!.