Alice in Wonderland

Alicia en el País de las Maravillas de Tim Burton, es exactamente como su nombre indica: una película de Tim Burton. Olvidaos de la cursi rubia de Disney, hemos llegado al 3D donde explotar los decorados y las secuencias de acción se convierte en una prioridad.


Los que nos acercamos al cine esperando encontrar una adaptación de la película de dibujos que, con tanto cariño recordábamos de nuestra infancia, nos encontramos con una película que se toma demasiadas licencias, con un resultado que, en nada se parece a lo que teníamos en mente. Por supuesto, nos encontramos con una versión mucho más cruda, sangrienta y oscura que la versión original.
Entre las licencias que se toma la película, la que más me molestó fue la creación del personaje de la Reina Blanca, encarnado por Anne Hathaway, que, aunque muy bien construido, me parece que no tiene cabida ni sentido ninguno en la historia. ¿Por qué la Reina de Corazones tiene una hermana de la que nunca supimos nada? ¿Por qué nuestra gran Alicia, se convierte, de repente, en “la elegida”? ¿De dónde sale el monstruo infernal que se dedica a destruir el País de las Maravillas cuando no pinta nada allí? ¿Por qué hay que buscarle una justificación a la locura de los personajes? (que si envidia, trauma infantil...)
Aún así, para los que, como yo, somos unos incondicionales de Tim Burton, la película nos gusta por sus increíbles decorados, sus personajes con encanto, y su forma de llevarnos a un mundo de fantasía lleno de referencias oníricas. Si nos olvidáramos de que es una adaptación, creo que la película convencería mucho más.
¡Ah! y otro de los más importantes puntos a favor es el reencuentro con una película que baje de 2 horas. Ya se echaba de menos, un largometraje que te dejara con ganas de más.
Resumiendo, se masca la polémica así que tenéis que verla y discutimos.