Es una tendencia española la de alabar los productos americanos y rechazar los nuestros, por sistema, sin plantearnos si realmente nos encontramos ante críticas fundamentadas.
Con la entrega de los premios TP de este año, un baremo de lo más subjetivo e irrelevante a la hora de apreciar unos parámetros medianamente objetivos de calidad (ahora es cuando empieza el debate “Qué es la calidad”), me he puesto a pensar en la ficción nacional que tenemos actualmente en la televisión.
Me da la sensación de que estamos viviendo, en estos momentos, una etapa bastante halagüeña en lo que a series se refiere. Porque, aunque lo que hagamos no sean más que intentos de alcanzar a las producciones extranjeras tanto en tramas como en formas, estamos empezando a apostar también por producciones más cuidadas.
Puede que la llegada de la TDT esté ayudando también a esta ficción, que ante un reparto del share cada vez menos radical (sólo espectáculos como el fútbol superan ya el 30%), está empezando a apostar por unos targets más definidos, sin que unos resultados más discretos supongan un fracaso para la serie en cuestión.
Si hacemos un repaso a la ficción televisiva de los últimos meses, especialmente a aquella que invade el prime-time, nos encontramos con varios ejemplos que ilustran lo anterior. Tv-movies aparte, un género del que ya se ha hablado antes y que, claramente, está suponiendo un gran auge tanto de producciones como de presupuesto, las tres grandes cadenas de televisión de nuestro país tienen numerosas propuestas de producción comisionada, mientras que Cuatro sigue siendo el máximo exponente de la producción ajena, con las series americanas.
Aguila Roja, una mezcla entre El Zorro y Roma, ha recibido el TP de Oro de este año, una serie que, igual que La Señora (ambas de TVE), siempre me ha parecido “la típica que le gusta a mi madre”. Pero, lo sea o no, lo cierto es que es una serie que cuida los detalles, que cuentan con un reparto muy bueno y cuyas tramas, dentro de lo tradicional, parecen aún no haber caído en las incoherencias típicas de los “estiramientos innecesarios”. Antena 3, que está dedicando sus mayores esfuerzos a captar al público juvenil, tiene entre sus más recientes creaciones a El Internado o Los Protegidos. La primera, una apuesta muy ambiciosa malgastada por la ambición y las ansias de audiencia (siete temporadas para una serie que con tres habría sido muchísimo mejor). La segunda, un intento de hacer Héroes a la española, que, a pesar de seguir los mismos cánones en las tramas familiares que Los Serrano, ha supuesto un éxito inesperado para su canal. Telecinco es la responsable, por su parte, de la serie más longeva de nuestro país, Hospital Central, con 18 temporadas, el EastEnders español. Personajes que vienen y van, tramas que acaban y dan paso a otras nuevas… Aunque la esencia de los inicios se ha perdido, sigue siendo la única trama médica española capaz de sobrevivir temporada a temporada.
Es cierto que nuestra ficción no puede compararse con la estadounidense, para empezar, por la increíble diferencia que hay en los presupuestos. Aún así, hay que reconocerle a nuestra industria audiovisual el esfuerzo de empezar a crear unas estructuras y una base sobre la que empezar a crecer. Criticar lo español se ha puesto de moda, pero ya es hora de empezar a valorar un poco, dentro de contexto, lo que se hace aquí. Y eso es extensible también al cine.
Pues "Hay alguien ahí" la han comprado los yankis. Y Hospital Central no hay quien la salve, es una basura potativa.
ResponderEliminarY otra cosa que me enteré el otro día, que el equipo que hace los efectos especiales de "Los protegidos" es el mismo que hizo los de "Ágora"...pues fíjate q los efectos es d lo q más me chirría en la serie, me parecen algo cutres...
Lo de los efectos, estoy de acuerdo... Pero también creo que si fueran más espectaculares, cantaría con el resto de la estética, que no es tan impresionante como la de Heroes, por ejemplo.
ResponderEliminarEn cuanto a Hospital Central, yo hace tiempo que no la sigo, pero creo que ya se ha convertido en una de esas series generacionales: a nosotros, que vimos los inicios, nos parece que ya se ha perdido todo. No paras de comparar. Pero en series tan largas, que ya no tienen nada que ver con el principio, yo creo que la audiencia se va sumando en temporadas determinadas y luego las va dejando. Es como un ciclo de vida, el mio va de la temporada ocho a la trece, el de otro de la catorce a la actual...
Y de lo de "Hay alguien ahí", que me parece un buen intento de hacer algo así como Medium a la española, no tenía ni idea. ¿Va a ser remake? Porque seguro que, si lo es, luego volverá para barrer a la española.
Este verano en Honduras conocí a dos chicas de allí de nuestra edad que estudian en Taiwán y seguían El Internado, por Series Yonkis. Me hizo mucha gracia.
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