martes, 26 de octubre de 2010

Bright Star: Otra historia de amor



Seguramente una de las pocas películas que consigue que: por un lado, todo el público se quede hasta el final de la película, incluidos los créditos. Y, por otro lado, que escuchemos un poema leído sin pensar que es una romanticada (sí, me he inventado la palabra ¿y qué?).


Estreno Internacional del Festival de Morelia, Bright Star narra la historia del único y último gran amor de John Keats, poeta inglés que aparece retratado en su faceta más dulce y desgarradora. Un amor sincero y puro representado por la joven Abbie Cornish en el papel de la diseñadora y vecina Fanny Brawne. Una historia de amor que recuerda a Orgullo y prejuicio o a La edad de la inocencia. Con un delicado tratamiento de la imagen tanto en su color como en su representación de un mundo onírico, fresco y conmovedor.




Con influencia de la época victoriana correspondiente al siglo XIX, muestra una Inglaterra caracteriza por sus paisajes verdes, florales y llenos de historia. La poesía se desliza entre las imágenes como si se tratase de un leve soplo de viento que se cuela en nuestros oídos deleitándonos con escenas llenas de belleza. Una belleza inspirada en autores como Johannes Vermeer o Edward Hopper especialistas, no sólo en la utilización de la luz, sino también en el retrato de una mujer de su época, contemplativa y, en este caso, enamorada. Una magnífica fotografía con un simbolismo que traspasa lo meramente perceptible por los ojos. Presenta a una mujer que lucha contra sí misma por comprender el sentido de la poesía, por entender lo que la rodea, por entenderle a él y sobrevivir a su amor.






El control del ritmo de la primera mitad de la película es magistral. No necesita de los diálogos para transmitir al espectador lo que sienten cada uno de los personajes. Basta la imagen y la poesía para conseguir la emoción del público. Percibir el sentimiento de los enamorados justo instantes antes de verse, de rozarse o de besarse por primera vez. Una experiencia llena de matices que hacen que el film merezca la pena, aunque después de este primer momento lleno de éxtasis deviene un rumbo lento, cansino y repetitivo que no aporta más que una perspectiva del sufrimiento amoroso y sus consecuencias.


Os invito a disfrutarla en la intimidad, sin interrupciones, con toda vuestra atención y dispuestos a dejarse llevar. Os dejo una d elas escenas más lindas de la película:

1 comentario:

  1. Había leído por ahí que era una peli horrorosamente aburrida, pero visto que no todo el mundo opina igual, a lo mejor le doy una oportunidad.

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