Aunque no es el personaje más querido, lo cierto es que el personaje de Ted Mosby ha atrapado a muchos por la resignación cristiana con la que acepta las hostias que le da vida y la perseverancia con la que trata de que, algún día, la dichosa madre doble la esquina y la suerte le cambie. Si eres de los que sonrieron con los intentos de convencer a Robin, en su balcón, de que podían estar juntos, probablemente también se te dibuje la sonrisilla con Happythankyoumoreplease.
Josh Radnor se vuelve “hombre orquesta” en su primera película como director. Platillos en mano, se enfunda el acordeón, la armónica y el triángulo para darle a Happythenkyoumoreplease su guión, su actor principal y unos cuantos millones a modo de bendición. Lo que comúnmente se conoce como “yo me lo guiso, yo me lo como”. Y, por supuesto, como buen “hombre orquesta” se convierte en el artífice de una cinta pequeñita, de esas que tienen miras a ser, desde el primer momento, cinta “Sundance”. No le salió mal: el film consiguió allí el Premio del Público.
Happythankyoumoreplease cuenta una historia tierna sobre un chico (Radnor) al que los infortunios persiguen en su intento de conquistar a la chica. Infortunios que él combate con altas dosis de originalidad y romanticismo “diferente”, con menos galantería y más “hacer reír” que en las historias clásicas, pero con los mismos objetivos. Una suerte de spin-off de Cómo Conocí a Vuestra Madre, pero sin la fuerza de Barney y el contraste con Robin. Incluso el ambiente y las estética emulan a la serie neoyorkina.
Happythankyoumoreplease es una película sin grandes ambiciones, de esas que se ven sin esfuerzo, en las que te encuentras a ti mismo sonriendo de vez en cuando y que al final te dejan “raro”. No pasará a la historia entre las comedias románticas ni conquistará a los amantes del género como hiciera hace un año 500 días juntos, pero es un film agradable, sin pretensiones. No defrauda, porque no promete nada diferente.
Josh Radnor se vuelve “hombre orquesta” en su primera película como director. Platillos en mano, se enfunda el acordeón, la armónica y el triángulo para darle a Happythenkyoumoreplease su guión, su actor principal y unos cuantos millones a modo de bendición. Lo que comúnmente se conoce como “yo me lo guiso, yo me lo como”. Y, por supuesto, como buen “hombre orquesta” se convierte en el artífice de una cinta pequeñita, de esas que tienen miras a ser, desde el primer momento, cinta “Sundance”. No le salió mal: el film consiguió allí el Premio del Público.
Happythankyoumoreplease cuenta una historia tierna sobre un chico (Radnor) al que los infortunios persiguen en su intento de conquistar a la chica. Infortunios que él combate con altas dosis de originalidad y romanticismo “diferente”, con menos galantería y más “hacer reír” que en las historias clásicas, pero con los mismos objetivos. Una suerte de spin-off de Cómo Conocí a Vuestra Madre, pero sin la fuerza de Barney y el contraste con Robin. Incluso el ambiente y las estética emulan a la serie neoyorkina.
Happythankyoumoreplease es una película sin grandes ambiciones, de esas que se ven sin esfuerzo, en las que te encuentras a ti mismo sonriendo de vez en cuando y que al final te dejan “raro”. No pasará a la historia entre las comedias románticas ni conquistará a los amantes del género como hiciera hace un año 500 días juntos, pero es un film agradable, sin pretensiones. No defrauda, porque no promete nada diferente.
Con lo enganchada que estoy a Cómo Conocí a Vuestra Madre esta película tengo que verla... con leer que no es un bodrio insoportable me vale para ir al cine a verla.
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