En 1974, Tiburón inauguró la era blockbuster. Esta gran producción –primer largometraje de Spielberg- tuvo un rodaje horroroso, marcado por las dificultades técnicas que ocasionó el gran tiburón blanco mecanizado. “Bruce”, así se llamaba, no resultaba tan convincente en pantalla como debería, por lo que Spielberg tomó la decisión de no mostrarlo hasta una vez transcurrida la mitad del metraje de la película y únicamente en breves flashes.
En 2011, J.J. Abrahms firma una película que mucho le debe a esa decisión y a quien la tomó. Con el título de blockbuster del verano, Super 8 ofrece un espectáculo heredero de Spielberg, de sus películas y producciones. E.T. meets The Goonies, es lo que han dicho todos los medios y no les ha faltado razón. Los 80, el cine de pandilla de adolescentes y el misterio de lo desconocido (aquello que viene de más allá del cielo) son ingredientes básicos de este ejercicio de revival, especialmente recomendable para aquellos nostálgicos de la infancia.
El misterio que viaja dentro del tren es el secreto mejor guardado de la producción y a la vez, paradójicamente, lo menos importante. Otros lo han llamado “el monstruo del Planeta MacGuffin” y han acertado de pleno: la premisa de la película (un elemento desconocido llega a un pueblo americano e interrumpe su paz) si bien presenta su exposición de forma admirable, va perdiendo fuelle a medida que se desarrolla el metraje hasta acabar solucionándose a lo monstruo ex machina. Pese a todo, los fallos en el argumento son menores: el ritmo de la película fluye y nunca deja de resultar entretenida.
Pero yo no quería hablar del monstruo ni desvelar incógnitas. La esencia de Super 8 no radica en la acción ni los efectos especiales, sino en la pandilla de adolescentes que encaran el verano haciendo una película de zombies. El grupo de amigos, con sus correspondientes roles asignados –el artista mandón, el miedica, el pirado que quema cosas- guarda la esencia del mejor revival de cine de aventuras en el que da igual que se trate de buscar un tesoro o ir a ver un cadáver: las relaciones, entre bromas y peleas, de esos adolescentes son lo interesante. Los jóvenes actores están muy bien elegidos y dan credibilidad a la historia. Especialmente remarcable es el trabajo de Elle Fanning y Joel Courtney, protagonistas de una bonita relación presentada con honesta correspondencia a su edad.
El ejercicio de nostalgia de Super 8 es tan poderoso que no sólo abarca el recuerdo de las películas de nuestra infancia, o de nuestro propio grupo de amigos a esa edad. No sólo evoca la poderosa atracción hacia el cine desde joven. El mayor esfuerzo nostálgico de Super 8 es el que consigue que añoremos una sociedad y una cierta forma de vida que no conocemos: crecer en un apacible pueblo en plena geografía americana, donde el progreso y los valores familiares se combinan con una adolescencia sin límites, donde siempre hay un espacio en el que refugiarse, donde no caben los adultos y con las bicicletas como un transporte asociado a la libertad, en un continente con aún muchos espacios que descubrir. Es el reencuentro con América, un espacio familiar aunque nunca visitado.
Lo mejor: La pandilla de amigos, el cásting, y el divertido corto final.
Lo peor (Aviso Spoiler): El papel del extraterrestre se queda en anecdótico, y lo decepcionante de la gran aventura de "vamos a rescatar a la chica" cuando en principio era la más valiente de todos.
A mi Super 8 me pareció malísima. Hace aguas por todas partes, JJ Abrams es un embustero que tubo un pelotazo con Lost y vive de ese éxito, pero Super 8 no hay por donde cojerla. Puede que sea una película entretenida como producto de verano, pero son tantos los fallos de argumento y de guión que no podía tomarme en serio la película.
ResponderEliminarHe oído demasiado la versión de Sergio como para ir a verla...
ResponderEliminarMe pregunto cual sería nuestras crítica si se estrenase ahora mismo E.T o los Goonnies(dos películas a las que creo que todos les tenemos un enorme cariño)igual, simplemente, se nos ha pasado la edad y la capacidad de disfrutar de una película sin pensar: uuu qué efecto tan malo, o ...de donde ha aparecido ese?
ResponderEliminarNo he visto Super 8, así que no puedo decir más!
J.J. Abrams es el único guionista que se permite el lujo de meter anticipaciones que no tienen ningún tipo de relevancia en su argumento, incongruencias varias y falta de explicaciones a todo en general. Además no casa muy bien una peli de grupito de niños con un extraterrestre que usa humanos como raciones de viajes estelares.
ResponderEliminarAunque todo el mundo sabe que lo verdaderamente importante de la película es la relación entre los personajes y cómo esa experiencia les ha unido en vida. Así el día de mañana podrán viajar juntos al más allá (Modo ironía OFF).
Los tiempos cambian, por poner un ejemplo en las pelis de Bogard las peleas eran a puño levantado y bastante falsas, en la época de Indiana eran a pecho descubierto y un poco menos forzadas. Hasta que hace pocos años llegó un tal Jason Bourne y a partir de ahí una somanta de hostias creible en una peli de acción debe contar con la mísma credebilidad, igual que antes los decorados eran de cartón piedra y ahora no. Aún así esas películas tenían un alma y una personalidad que te sumergía en sus universo, además de contar con un Spilberg, que en eso era el mejor que ha habido, y digo era en pasado. Super 8 se quiere vender como un homenage-imitación de ese estilo de películas, pero a mí personalmente no me gustó nada, JJ Abrams no es Spilberg ni lo será y la cinta hace aguas por todas partes. Eso no quita para que mucha gente al ir a verla al cine salga satisfecho de un buen rato pasado.
ResponderEliminarPor cierto, que manía tiene este tio de crear misterios por doquier y en un momento dado como no sabe como explicarlo todo encuentran una cinta donde explican tooodo lo que ha estado pasando, si lo le faltaba que apareciera el chino de Dharma...
ResponderEliminarveo más fan resentido de Lost que argumentos concretos contra el guión de Super 8. Claro que las relaciones de los personajes pueden ser lo más importante, Lara, si no acuérdate de lo que Escalonilla decía, son las subtramas lo que lleva a los guionistas a escribir una historia.
ResponderEliminarA mí me encanta E.T., la vi hace poco y me siguió pareciendo una buena peli (a diferencia de esas otras películas que con los años te preguntas, ¿cómo podía gustarme?).
ResponderEliminarTambién me gusta la primera hora de Super 8, me parece una peli decente. La segunda hora es la que me parece que hace aguas.
Aviso, spoilers: Por ejemplo ¿Por qué el extraterrestre roba motores de coches si luego se hace la nave con los cuadraditos blancos?. Super 8 habría sido una buena peli si se hubiera centrado en algo: no puedes hacer una peli de un grupito de niños frikies que viven una aventura (Los Goonies), con una peli de misterios paranormales inexplicables que no se muestran en pantalla (Encuentros en la tercera fase), con una peli de extraterrestre malvado que mata gente (Alien, aunque este tenga la redención de que los humanos han sido malos con él). Intentar juntar esas tres cosas en un guión da como resultado algo muy cogido por los pelos. Los niños pequeños que vayan a ver la peli probablemente tengan pesadillas con el bicho y a los mayores las pelis de los 80 siempre les parecerán mejores (y probablemente lo sean).
Lo mejor de la peli sin duda el corto de zombies que hacen los niños.
Lo del final de Lost no quiero recordarlo >_<!!. A mí me gustan las subtramas, es lo que engancha normalmente de una película o de una serie, pero si quieres hacer una serie que vaya sobre las subtramas ¿Por qué pones los dientes largos a los espectadores con misterios que ni siquiera tú sabes resolver?
nadie se ha fijado en la escena del autobus, totalmente inspirada en las de jurasik park?
ResponderEliminarami me parecio malisima... y no es por que no sepamos apreciar los giños es que son giños sin sentido y cosas que funcionaron en otras peliculas pero que en esta no encajaban