Ha ocurrido. Ha nacido una obra maestra y se llama ‘Black Mirror’. Sin palabras. Del creador de 'Dead Set' (la mejor serie de zombies hasta el momento - muy por encima de la alabada 'The Walking Dead'), Charlie Brooker, nos llega el mejor ejemplo de un proyecto audiovisual perfecto. Conseguir que el espectador acabe con el estómago revuelto y agonizante sin sangre ni violaciones. ¿Dónde está la clave? En redescubrir las debilidades del ser humano y meter el dedo en la llaga hasta destruirlo por completo.
Tan solo tres episodios. Historias diferentes. Realidades distintas. Las redes sociales y la tecnología como desencadenante. El ser humano como protagonista. No hay un solo episodio en el que el espectador no se lleve las manos a la cabeza. Empezaremos por el principio:
Episodio 1: The National Anthem – La parábola de la era Twitter
El Primer ministro británico se despierta sin saber que ese día se convertirá en su mayor pesadilla. La premisa es sencilla y surrealista: la princesa Susanah ha sido secuestrada. El captor ha colgado un vídeo en youtube con un testimonio de la princesa donde exige que, para salvarla, el primer ministro debe aparecer en la tele follando con un cerdo. El desarrollo presta especial atención a la opinión de la sociedad. La noticia se difunde por los medios de comunicación, se cree que es una broma, que sería humillante que el primer ministro lo hiciese, que debe haber otras formas de rescatarla, pero se trata de una vida humana y no de una cualquiera. ¿Cuánto vale una vida? Se plantea un dilema y no hay respuesta correcta.
Twitter será uno de los medidores de la opinión pública que afectará directamente a la decisión del primer ministro. Se habla de un nuevo terrorismo. No quieren dinero ni privilegios. Es más bien un juego muy sucio, el de medir hasta dónde es capaz de llegar el ser humano. Crítica a los medios, a la información, a la sociedad en su conjunto, a la necesidad de convertirlo todo en un espectáculo, de tener una imagen pública impune…Es brutal e indescriptible. El desenlace es aterrador.
Episodio 2: Fifteen Million Merits – La integridad tiene un precio
Bin se despierta en un entorno algo extraño para el espectador actual. El objetivo del ser humano consiste en subirse a una bici estática y pedalear para ganar puntos que se canjean por comida, por un pase a la fama o por algo de sexo y entretenimiento. Una manera de mantenerlos en forma. Todo, absolutamente todo, está ‘tecnologizado’. Estar gordo es motivo de discriminación y violencia y la gran aspiración para cambiar sus vidas es llegar a los 15 millones de puntos para adquirir un pase a ‘Hot Shot’, un programa al estilo Operación Triunfo con un Risto Mejide incluido.
No existe vida más allá de esas paredes, no hay cielo, ni mar, ni tierra. La claustrofobia llega a su máxima expresión unida a una agonizante historia de amor. Bin lo tiene claro, esa vida es una mierda y va a cambiarlo. Pero, ¿serías capaz de sacrificarlo todo por tus valores? He ahí la cuestión, la tentación suele ser demasiado grande y la ambición supera cualquier convicción y, una vez más, lo que parecía real se transforma en un producto más.
Episodio 3: The Entire History of You – Una realidad alternativa
Es, junto con el primero, el más angustioso. Los ‘recuerdos’ han sido herramienta de muchos argumentos. Un claro ejemplo es ‘Olvídate de mí’. En este caso la tecnología incrusta un sensor en las personas para que puedan grabar todos sus recuerdos a tiempo real, clasificarlos, guardarlos y recuperarlos en cualquier momento. Además, los pueden proyectar, rebobinar, hacer zoom y demás peripecias. Resulta hasta gracioso ver los problemas que esto puede causar. Por un lado, lo maravilloso de poder volver a disfrutar de aquellos momentos inolvidables y, por otro, seguir sufriendo con los más dolorosos.
Los recuerdos se convierten en un arma de ataque y defensa. Las discusiones dejan de tener sentido porque todo es demostrable y sometido a análisis. Las reuniones entre amigos se convierten en el mejor momento para visionar situaciones pasadas. Un bucle de celos, desesperación y desconfianza que culmina en la más absoluta soledad.
Y, al fin y al cabo, se trata de lo mismo. De cómo el hombre es una pieza de un juego cuyo fin es la destrucción y la humillación. Una serie que habla del control, del poder, de la naturaleza del ser humano y de sus debilidades elevadas a la máxima potencia. La inseguridad les acorrala y les lleva inevitablemente a sufrir su propia condena. Es difícil encontrar las palabras para descifrar el complejo lenguaje de este proyecto. La sensación de que las personas están dirigidas, controladas y manipuladas por algo superior, desconocido y abstracto y cuya fuerza es indestructible es algo que algunos han denominado “tecno-paranoia”. Las referencias de Charlie Brooker con su anterior trabajo, 'Dead Set', son evidentes aunque menos claras. El ojo que todo lo ve. Al más puro estilo de 'Gran Hermano', 'Un mundo Feliz' o '1984'.
Brooker explica que todos los episodios representan la manera en que vivimos actualmente. Y asegura que si la tecnología fuese una droga…”¿cuáles serían sus efectos secundarios?” ‘Black Mirror’ trabaja entre el desencanto y la disconformidad. “Su título, ‘black mirror’, lo encontrarás en cualquier pared, escritorio o mano: la pantalla del televisor, el monitor del ordenador o del smartphone” afirma su creador haciendo referencia a esa pantalla negra que no nos devuelve absolutamente nada, ni siquiera el reflejo de nosotros mismos.
A los 5 minutos de leer tu crítica ya estaba viendo el primer capítulo. Impresionante e inteligente... madre mía...
ResponderEliminarLa serie es bastante original y buena. Sobre todo el primer capítulo (deja el listón demasiado alto para los otros dos). El reparto es también muy destacable.
ResponderEliminarPedazo de mini serie! muy buena.
ResponderEliminarAhora no tenéis excusas, tenéis que ver 'Dead Set'...no resulta tan impactante, pero son sólo 4 episodios y la idea es la hostia!!
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con todo lo que se ha comentado, una sorpresa increible esta miniserie, lastima que sea tan corta.
ResponderEliminarUmmm... el segundo capítulo me parece aburrido, absurdo, cansino..... menos mal que se arregla con el tercero, que casi me parece mejor que el primero, me encanta!
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, se recrea demasiado en el 2º.
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