La entrada de hoy la voy a dedicar a dos películas que tienen bastante en común: ambas son adaptaciones de libros popularizados con anterioridad, las dos están dirigidas por realizadores altamente reconocidos y ambas producen una cierta decepción, quizá debido a la expectación creada por los dos puntos anteriores.
La primera, The Girl with the Dragon Tattoo (Millennium: Los hombres que no amaban a las mujeres) ya está estrenada en España y ha pasado bastante desapercibida por crítica y público. La segunda, Extremely Loud and Incredibly Close (Tan fuerte, tan cerca) se estrenará en marzo y ha obtenido dos nominaciones a los oscar, entre ellas la de mejor película.
The Girl with the Dragon Tattoo, dirigida por David Fincher (Seven, El Club de la Lucha, La Red Social), vuelve a contar la historia de Lisbeth Salander y Mikael Blomkvist que todos hemos leído y visto en su versión sueca. Lo único que varía en esta adaptación son sus actores (un frío Daniel Craig y una aplaudida merecida Rooney Mara), su mezcla extraña americo-sueca (¿por qué los personajes son americanos, viven en Suecia y ven las noticias en inglés?) y la manipulada relación creada entre Mikael y Lisbeth (¿por qué su especial y diferente conexión se convierte en una historia de amor? ¿Desde cuándo a Lisbeth Salander se le parte el corazón?).
Lo único que levanta la película y hace de ella un entretenimiento fácil de digerir es la realización creada por Fincher, con esa aura enigmática que cautiva en cada magnífico plano.
Lo único que levanta la película y hace de ella un entretenimiento fácil de digerir es la realización creada por Fincher, con esa aura enigmática que cautiva en cada magnífico plano.
En cuanto a Extremely Loud and Incredibly Close, los fans de Stephen Daldry lloraremos durante años porque esta película no es ni mucho menos un Billy Elliot, un Las Horas o un El Lector. En su nuevo film, Daldry adapta la novela del mismo nombre escrita por Jonathan Safran Foer (cuyos seguidores quizá también sufran) centrada en un niño, cuyo padre muere en el 11S, que encuentra una enigmática llave a la que tendrá que dar un significado.
Mientras que en el libro se centra en la búsqueda y las personas que encuentra por el camino, la película pasa directamente a recrearse en la muerte del padre y el sufrimiento dejado en su hijo y su mujer. Aunque algunas escenas funcionan y la lagrimilla está a punto de caer, el melodrama asoma para exceder y romper con el clímax.
Eso sí, ¡ojo con el niño Thomas Horn!
me temo que a la de 'extremely loud...' le han quitado todo lo que me gusta del libro. No sale nada de la historia de los abuelos, o sí?
ResponderEliminarLa abuela aparece 23 segundos y el abuelo un poco más, pero no cuentan nada de ellos.
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