‘Miel de naranjas’, mucho actor y poca ‘chicha’
Enmarcada en los años 50, Imanol
Uribe retrata una posguerra llena de luz, color y juventud en ‘Miel de naranjas’.
Para ello cuenta con la ayuda de un casting novedoso: mezcla la frescura de dos
jóvenes, Blanca Suárez (primer papel protagonista en un largometraje) e Iban
Garate, junto a los ya curtidos y experimentados Eduard Fernández, Carlos
Santos y Karra Elejalde.
Enrique y Carmen (Iban y Blanca) son
pareja. Carmen consigue que su novio realice el servicio militar
como ayudante de su tío (juez – Karra Elejalde) en un juzgado de la ciudad.
Enrique, a la vista de las injusticias que presencia cada día, se da cuenta de
que para cambiar el rumbo de las cosas tiene que actuar, es así como se pasa a
la clandestinidad. Pondrá en peligro su vida y la de sus compañeros y
descubrirá que las apariencias engañan.
El guión de la película nace de
un relato de un hombre que fue mecanógrafo en un juzgado de Sevilla durante la
posguerra. Su hija, Remedios Crespo, fue quien trasladó su historia a guión.
Durante la presentación de la película en Málaga comentó que algunos de los
personajes, como el de Iban, tenían un reflejo directo en el relato. Sin
embargo, otros personajes fueron creados a partir de conversaciones con varias
personas que vivieron la posguerra de diferente manera.
Son muchos los personajes que
juegan papeles fundamentales en la película y por ello, el film se convierte en
una obra “coral”, con
interpretaciones brillantes como la de Carlos Santos, pero la frescura no lo es
todo y Blanca e Iban dejan un sabor amargo con una interpretación ‘a medias’,
quizá parte del problema venga de unos personajes que sufren cambios que no
resultan nada creíbles al espectador. Falta de energía, demasiada ingenuidad y
delicadeza que no deja traslucir ni un ápice de reivindicación, compromiso o
tan siquiera resistencia. Cabe destacar la participación de Ángela Molina y
Antonio Dechent (que en Málaga se está haciendo de oro con un total de 3
películas en las que participa: ‘A puerta fría’, ‘El mundo es nuestro’ y ‘Miel
de Naranjas’).
Uno de las temáticas más
interesantes que muestra el film es la de la existencia de campos de
concentración. Eran penitenciarias donde recluían a los insurgentes para darles
formación militar y utilizarlos para trabajos forzosos: construcción de
acueductos, minas, etc. Tanto su guionista, R. Crespo, como el director, I.
Uribe, comentaron haber investigado sobre este tema concretamente. En Badajoz
llegaron a existir hasta trece campos de concentración.
Como se ha convertido en
tradición con las películas ambientadas en la Guerra Civil o la posguerra no
faltó quien preguntase el por qué de una más en este contexto. La respuesta fue
contundente: “sólo el 1,2 por ciento del
total de películas del cine español hablan sobre la guerra o la posguerra”,
explicó el director. Y, como no podía ser de otra manera, afirmó que su película
“no va de buenos y malos”. Ver para
creer. Esperemos que algún día algún director/guionista consiga acercarse a
este tema de una manera innovadora y arriesgada. Su estreno está programado para el próximo 18 de mayo. 5
Nota 1: digna de mencionar la relación entre Eduard Fernández y
Carlos Santos en la película, ¿homosexualidad encubierta o amistad? El debate está abierto.
Nota 2: atención al momento más cómico de la película cuando la
postura de uno de los muertos forma una esvástica. Rompe el clima dramático a
favor de una risotada.
Es curioso el cartel de la película:Iban tirando de Blanca que está como atónita mirando hacia atrás...A parte de ser un cartel para que se luzca a Blanca Suarez, no pega nada con la película y debería ser al revés, ella tirando y el mirando atrás, no?Entra en mi ranking personal de carteles que no me gustan nada.
ResponderEliminartotalmente de acuerdo!! pensé lo mismo, después de ver la peli no tiene ni pies ni cabeza...puede más la promoción que el verdadero contenido...en fin!
EliminarBAZURA!!!!
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