‘Alps’ irrumpe en la cartelera este viernes para traer algo de frescura al panorama cinematográfico, que estás últimas semanas está de parón absoluto. El director de la controvertida ‘Canino’, Giorgos Lanthimos, regresa a la gran pantalla con un film con grandes similitudes a sus trabajos anteriores, pero que no consigue igualar la lucidez de su anterior obra maestra.
Disfrutar del trabajo de Girogos Lanthimos es un placer del que unos pocos ya han disfrutado gracias al Atlántida Film Fest cuya película de apertura fue el estreno on-line de ‘Alps’. Lanthimos sorprendió con ‘Canino’ por su ingenio inigualable en la creación del guión y por unos personajes altamente explosivos en un clima de tensión elevada pero contenida. Deja una sensación extraña: entre abrumadora, excéntrica y brillante que se acurruca en el expectador y tarda en desaparecer, si es que lo hace en algún momento.
En ‘Alps’ volvemos a encontrarnos a unos personajes de una fragilidad infinita, como suspendidos en medio de la nada y en busca de algo inalcanzable. Quizá sea esa confusión de los personajes o, todo lo contrario, esa búsqueda insaciable, lo que consigue generar un clima de angustia extrema con momentos súper entrañables. Lo de menos es dar sentido a lo que sucede. El espectador se deja llevar por una serie de pistas, conversaciones incómodas e inconclusas que van descubriendo las ilusiones, dudas y pesadillas de cada uno. Todos andan en la cuerda floja tanteando hacia que lado caerse, pero intentando aparentar una fortaleza ficticia.
Las interpretaciones excelentes vienen complementadas a la perfección por un sonido ambiente que tiñe de realidad cada momento y lo recrudece aún más. No sería lo mismo sin una fotografía de una belleza glacial, llena de espacios, arriesgada y cuarteada que crea un puzzle imposible. Sugerente, provocativa y diferente. Quizá el fallo es compararla con ‘Canino’, quizá sea que sigue la misma línea, pero ya no sorprende tanto o, quizá, habrá que verla una segunda vez. Desde luego, Lanthimos se sale de lo normal y consigue crear un ‘plato’ único con ingredientes agridulces, exóticos y muy amargos. 6
Yo la vi en noviembre en el Festival de cine europeo de Sevilla y no me gustó (me quedé casi dormido a la mitad). Quizá fue porque tenía las expectativas demasiado altas, tratándose del mismo director que hizo Canino y más dura fue la caída.
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