martes, 18 de octubre de 2011

Pequeños conflictos de grandes consecuencias



A veces la vida te pone en situaciones que ni te imaginas por malentendidos, por una acción que solo duró unos segundos, por poca comunicación...y piensas en ¿qué momento todo cambió?, ¿cómo has llegado hasta allí? Para la mayoría de nosotros esas situaciones no tienen muchas más consecuencias. En Nader and Simin, a separatation una concatenación de sucesos acabará poniendo entre la espada y la pared a varios de los personajes protagonistas.

Esta película, del director iraní Asghar Farhadi,  ha ido cosechando éxitos en diferentes festivales internacionales (consiguiendo el Oso de Oro en Berlín) y también se pudo ver en el último Festival de San Sebastian. Estaba fuera de concurso en esta ocasión, pero aún así, se alzó con un pequeño premio, el Premio TVE-otra mirada, que la señalaba como una de los grandes films que se vieron en Zinemaldia. 

Todo empieza con un divorcio : "tu me dijiste","él me dijo","tu me prometiste","no me entiendes..." Pero lo que empieza como un conflicto familiar, con una niña y una abuelo con Alzheimer de por medio, que puede ubicarse en cualquier parte del mundo, es solo el punto de partida.

Encontrarnos en Iran con una ley enredada con la religión aumenta el peso de las decisiones y de las acciones. Uno de los puntos a favor de esta película está en el torrente de sucesos  convirtiéndose en una angustiosa situación en que la falta de comunicación y los prejuicios acaban tensando a los espectadores. Un matrimonio deshecho, un accidente, un juicio y muchas mentiras son algunos de los puntos de esta ruta, donde no hay ni buenos ni malos ni soluciones ideales. Una película totalmente recomendable que algunos críticos han querido acercarla, por su forma de narrar, al estilo hitchconianio. Una película que sin grandes aspavientos te deja atrapada en la butaca y que empieza como acaba, con una decisión.

3 comentarios:

  1. A mi me ha parecido impresionante, por varias razones.
    Es una película que, sin tener sangre y apenes violencia, tiene un ritmo que no te deja respirar, que te mantiene todo el tiempo en atención, queriendo saber qué va a pasar después.
    En segundo lugar me parecieron impresionantes todos los actores, desde el primero hasta el último, tienen una naturalidad pasmosa, que sin duda se debe a la presencia de un grandísimo director, y que hace que en todo momento estés dudando si lo que estás viendo es un reality pero bien hecho.
    Y en tercer lugar me asombran también esos actores porque dan vida a unos personajes que no son, en ningún momento estereotipos o caricaturas sino que son extraordinariamente complejos; con unas reacciones tan humanas que en todo momento te están planteando dilemas en los que tú no puedes estar seguro de cómo actuarías.
    En resumen, creo que es una película grande y la recomiendo con énfasis.
    Saludos

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  2. Opino lo mismo. Al menos es una película que consigue que al salir del cine sigas haciéndote mil preguntas. También es curioso compararlo con otras personas. Hace poco se la recomendé a mis padres y me sorprendió ver que ellos sí veían culpables y nunca dudaron de algunos de los personajes cuando a mí me pasó todo lo contrario. Creo que conseguí empatizar con todos ellos y dudé de casi todos los personajes...en fin, muy recomendable!

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