miércoles, 24 de marzo de 2010
Cowboy Bebop
Hoy en día es un hecho el incremento de la calidad de las series frente a la industria decadente del cine. Hace unos años sería un autentico sacrilegio comparar una serie de televisión con clásicos del cine, igual que cuando apareció la fotografía era tratada como un arte menor frente a los amantes de la pintura. El tiempo pone cada cosa en su sitio, aunque siempre es difícil tener una mente abierta y no caer en los tópicos y estereotipos que gobiernan nuestra sociedad. El anime y el manga están en ese lento proceso de irse haciendo hueco en occidente entre el gran público. No lo tienen fácil, pues su peor enemigo son ellos mismos, debido a su falta de calidad de obras y saturación de ideas, que los convierten en un género estancado y repetitivo. Sin embargo hay obras que merecen la pena, pequeñas islas de luz que son tocadas con una genialidad artística que no puede plasmarse en ningún otro género y que dentro de muchos años todo el mundo admirará como las obras de arte que son. Mi favorita sin duda es Cowboy Bebop.
jueves, 18 de marzo de 2010
Alice in Wonderland
lunes, 8 de marzo de 2010
Gala Oscars 2010
Noche de Oscars, noche de ritos. Casa de Deby, comida rica, mucha alergia y Coca Cola que supla la ausencia del café. Una gala aburrida, llena de tweets ridículos y muchos comentarios sin sentido, fruto del sueño, del aburrimiento provocado por Alec y Steve (¿dónde andará Buenafuente?) y de la emoción de andar mezclando fotos, quinielas y nuevas tecnologías.
domingo, 7 de marzo de 2010
De mala educación
Tenía muchísimas ganas de ver la nueva película de Lone Scherfig, An Education. Nominaciones a los oscar, grandes actores (sobre todo Peter Sarsgaard), guión de Nick Hornby (Alta Fidelidad) y, para que mentir, una (preciosa) nueva cara, me atraían considerablemente. La historia también pintaba bien: una mezcla entre Lolita y la versión femenina de El Club de los Poetas Muertos.
Pero qué desilusión al encontrarme con una película sosa, que no cuenta absolutamente nada nuevo y con final culebrón. Tiene algunos diálogos graciosos pero, en general, la historia es floja, los personajes y sus actuaciones no tienen coherencia (sobre todo los padres) y, lo que más me molestó, que parece que no va a enviar el mensaje obvio de siempre, y lo hace. Flojean también las historias de la profesora y la directora del colegio cuya moraleja no entiendo muy bien (¿si tengo cuadros y un piano en casa ya no soy patética?). Me parece que se cae en la opción fácil, cuando parecía desde un principio que iba a ir por otro lado más del estilo de La Flaqueza del Bolchevique.
Por supuesto, no todo son desechos en la película. Las actuaciones de Alfred Molina, Peter Sarsgaard (aunque me sigue gustando más cuando hace de tipo acabado) y Carey Mulligan merecen la atención. De ésta última comentar que, no creo que su interpretación sea espectacular, y mucho menos para ganar un oscar, pero su carita de niña y su sonrisa dominan la escena.
Pero qué desilusión al encontrarme con una película sosa, que no cuenta absolutamente nada nuevo y con final culebrón. Tiene algunos diálogos graciosos pero, en general, la historia es floja, los personajes y sus actuaciones no tienen coherencia (sobre todo los padres) y, lo que más me molestó, que parece que no va a enviar el mensaje obvio de siempre, y lo hace. Flojean también las historias de la profesora y la directora del colegio cuya moraleja no entiendo muy bien (¿si tengo cuadros y un piano en casa ya no soy patética?). Me parece que se cae en la opción fácil, cuando parecía desde un principio que iba a ir por otro lado más del estilo de La Flaqueza del Bolchevique.
Por supuesto, no todo son desechos en la película. Las actuaciones de Alfred Molina, Peter Sarsgaard (aunque me sigue gustando más cuando hace de tipo acabado) y Carey Mulligan merecen la atención. De ésta última comentar que, no creo que su interpretación sea espectacular, y mucho menos para ganar un oscar, pero su carita de niña y su sonrisa dominan la escena.
Reunión Oscars 2010: versión para ausentes
Algunos ya sabéis (y a los que no os lo vamos contando) que es tradición pasar las noches de Oscar en casa de Deby. Este año, y como muchos de los asiduos estáis en países lejanos, se nos ha ocurrido una forma de ir comentando a tiempo real la ceremonia y nuestra pequeña reunión, para que si alguno está despierto (no deberíais perder las buenas costumbres), se nos una.
Para los que no, si queréis echarle un vistazo por la mañana, ofrecemos una alternativa a los premios (que ya conoceréis): comentarios exclusivos y fotos sobre reacciones, opiniones y anécdotas de la velada.
Todo esto podréis seguirlo vía Twitter, haciendo click aquí. No hace falta que estéis registrados (ya sé yo que tanta tecnología a muchos les abruma), simplemente con actualizar la página de vez en cuando podréis ir leyendo lo que pongamos. Eso sí, si alguno de nuestros arcaicos (tecnológicamente hablando) amigos quiere escribirnos algo por ese medio, va a tener que hacerse una cuenta.
Ya nos contaréis qué os parece la idea.
Para los que no, si queréis echarle un vistazo por la mañana, ofrecemos una alternativa a los premios (que ya conoceréis): comentarios exclusivos y fotos sobre reacciones, opiniones y anécdotas de la velada.
Todo esto podréis seguirlo vía Twitter, haciendo click aquí. No hace falta que estéis registrados (ya sé yo que tanta tecnología a muchos les abruma), simplemente con actualizar la página de vez en cuando podréis ir leyendo lo que pongamos. Eso sí, si alguno de nuestros arcaicos (tecnológicamente hablando) amigos quiere escribirnos algo por ese medio, va a tener que hacerse una cuenta.
Ya nos contaréis qué os parece la idea.
¿Qué tiene dos patas y sangra?
Con dos patas y que sangre podemos encontrarnos muchas cosas. El chiste original cuenta que es medio perro, pero para lo que aquí contamos, también nos sirve una cabra. Y es que “Los hombres que miraban fijamente a las cabras” hace gala de ese humor estúpido que gusta uy pocos, pero que, al que le guste, puede engrandecerle toda la película.
sábado, 6 de marzo de 2010
The Blind Side
The Blind Side, película escrita y dirigida por John Lee Hancock, es una de las nominadas, este año, al Oscar a Mejor Película. Un galardón por el que luchan 10 títulos en la edición número 82 de los premios de la Academia. No es probable, sin embargo, que sea esta la película que se lleve el gato al agua.
Al más puro estilo de serie america, The Blind Side presenta la historia de Michale Oher, un chico huérfano, acogido por una familia con dinero que se hace cargo de su educación y apoya su carrera deportiva. Una versión muy floja de la serie The O.C., donde al menos los espectadores podían deleitarse con los protagonistas, sus casas y su banda sonora. En este caso, la estampa del sueño americano la componen un chico tímido y reservado (¿Ryan?), con importantes limitaciones en el aprendizaje, y una familia modélica, con hijos tolerantes, estudiosos y deportistas. A esta versión cinematográfica de The O.C. hay que unirle también unas pinceladas de Friday Night Lights, por el tratamiento narrativo de los partidos de fútbol y de todo lo que rodea al deporte.
viernes, 5 de marzo de 2010
Las series españolas, paso a paso
Es una tendencia española la de alabar los productos americanos y rechazar los nuestros, por sistema, sin plantearnos si realmente nos encontramos ante críticas fundamentadas.
Con la entrega de los premios TP de este año, un baremo de lo más subjetivo e irrelevante a la hora de apreciar unos parámetros medianamente objetivos de calidad (ahora es cuando empieza el debate “Qué es la calidad”), me he puesto a pensar en la ficción nacional que tenemos actualmente en la televisión.
jueves, 4 de marzo de 2010
Up in the air: Un gran equipaje
Sin volver a la polémica sobre independencia vs. relaciones, que podría ocupar un largo espacio, decir que Up in the Air es una gran película con un actor que borda su papel (¿demasiado real?); una realización excepcional que recuerda en muchos casos a los mejores títulos de crédito; un guión gracioso, ingenioso e inteligente que no cae en obviedades; y una historia que, aunque no sea original, sigue siendo interesante para hacer reflexiones.
Los diálogos podían haber caído fácilmente en discursos moralistas y repetitivos, pero en vez de eso, se cuenta la triste historia de un hombre solitario a través de pequeños detalles que esconden mucho más (la colección de tarjetas de crédito, el tamaño justo y necesario de equipaje, etc.).
Como ya se ha dicho, George Clooney está perfecto en su papel protagonista. Éste no cae en el prototipo de hombre egoísta y arrogante con el que se suele caracterizar a los hombres de negocios para que evolucionen a lo largo de la película. Es amable, educado y simpático pero prefiere no involucrarse en ningún tipo de relación que le ate. Y eso tendrá sus consecuencias.
Por otro lado, la película podría caer en el tópico de “vivir con amor es lo mejor”, pero tampoco tira hacia ese lado. Los tres personajes protagonista se encargan de hacer un balance perfecto entre las diferentes posibilidades, ninguna de ellas ni la fácil ni la correcta.
Una película aparentemente amable que encubre algo mucho más duro pero sin entrar en sensiblerías.
Los diálogos podían haber caído fácilmente en discursos moralistas y repetitivos, pero en vez de eso, se cuenta la triste historia de un hombre solitario a través de pequeños detalles que esconden mucho más (la colección de tarjetas de crédito, el tamaño justo y necesario de equipaje, etc.).
Como ya se ha dicho, George Clooney está perfecto en su papel protagonista. Éste no cae en el prototipo de hombre egoísta y arrogante con el que se suele caracterizar a los hombres de negocios para que evolucionen a lo largo de la película. Es amable, educado y simpático pero prefiere no involucrarse en ningún tipo de relación que le ate. Y eso tendrá sus consecuencias.
Por otro lado, la película podría caer en el tópico de “vivir con amor es lo mejor”, pero tampoco tira hacia ese lado. Los tres personajes protagonista se encargan de hacer un balance perfecto entre las diferentes posibilidades, ninguna de ellas ni la fácil ni la correcta.
Una película aparentemente amable que encubre algo mucho más duro pero sin entrar en sensiblerías.
lunes, 1 de marzo de 2010
Tiana y el sapo
Como fan de los clásicos de Disney, aquellos con los que hemos crecido varias generaciones, tengo que reconocer que este viaje al pasado me ha decepcionado un poco. Tiana y el sapo tiene todos esos elementos que hicieron grandes a las películas de la factoría: una buena animación en 2-D, un príncipe, una princesa, secundarios graciosos, canciones moviditas, canciones lentas, un malo maloso y un final feliz. A pesar de todo, el resultado final resulta descolorido.
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