A veces, cuando escucho a algunos representantes de la Iglesia hablar sobre la familia,y sobre la importancia de conservar unos valores concretos que ellos llevan predicando de forma inamovible desde el tiempo de los Reyes Católicos, me planteo qué clase de vida creen que llevamos los demás. Los que sufrimos la desestructuración familiar y las tentaciones del diablo día a día en nuestras carnes. Me imagino a Isabel y Fernando, sentados amorosamente junto a la mesa del comedor, rodeados por los pequeños Juan, Isabel, Juana, María y Catalina, justo después de que su majestad la reina ayudara a las niñas con los deberes y Fernando se llevara a Juan de caza. Ningún escarceo, ninguna conducta fuera de lo estrictamente prescrito por la doctrina de la Iglesia. Y del otro lado, mi casa, la viva imagen de Sodoma y Gomorra. Tres mujeres viviendo solas, sin un hombre que las controle, ¡HORROR!
Y luego llega The Kids Are All Right para presentarnos la versión 2.0 de los valores tradicionales, de la unidad familiar que predica El Vaticano, de la familia como pilar indispensable, indisoluble y necesario. Curiosamente, su traducción latinoamericana es, precisamente "La Familia". Aquí está lo genial de esta pequeña película, aún más genial si se entiende como tal: pequeña. Porque cuando ponemos al film de Lisa Cholodenko a pegarse con el Cisne Negro, casi te dan ganas de reír. Es como si se me pone a mi a pelear contra la campeona del mundo de wrestling.
Después de recibir muy buenas críticas en Sundance y en Berlín, The Kids Are All Right inició su camino, sonriendo a los que la veían, que solían sonreír a la película de vuelta. Es una película de sonrisas. Las que se te dibujan cuando ves al pobre adolescente atormentado por, ¡oh, Dios mío!, no una madre pegajosa y besucona, si no DOS. El terror de todo teen. Las que se te escapan a ver a Mia Wasiskowska, joven y tierna pre-universitaria, avergonzada por su amiga, adolescente hormonada, que trata de ligarse a su padre. Dan ganas de cogerles por los mofletes, cual abuela, y estrujarles al son de: ¡pero qué mona que es ella! Mona, pero no grandiosa. Mona, pero no soberbia. Mona, entretenida y entrañable.
Evidentemente, contar con semejantes
actrices abre puertas, puertas que probablemente estarían cerradas si no fuera por ellas. Abre Sundance, abre la Berlinale, pero sobretodo, abre los Globos de Oro (y deja entrar algo de la luz de los Oscars también). Julianne Moree, con su manual de "cómo llegar impresionante a los cincuenta" (sé que lo estabais esperando), y Anette Benning, que está arrebatándole a su compañera todo premio al que las nominan juntas. ¿Justo? A mi no me lo parece, amores platónicos al margen. El tandem que crean, su pequeña familia, se sustenta bien porque ninguna destaca de manera categórica sobre la otra, ninguna ensombrece el trabajo de su pareja. Aún así, Moore lleva consigo la verdadera esencia de la película, la comedia, la sonrisa.
Y, junto a ellas, el resto del reparto y el resto de las historias sirven para construir de forma efectiva esa sensación de "normalidad y cotidianidad" dentro de lo anecdótico. Cenas familiares, sábados de madres que juegan al ping pong con sus hijos, visitas en conjunto a la universidad... Divertida y adorable. Porque no es reivindicativa, porque no pretende ser bandera de nada. Simplemente una historia, una pequeña comedia familiar, sencilla y llena de ternura. Sólo nos falta verles a todos de la mano en la fiesta del partido demócrata. Isabel y Fernando estarían sorprendidos.
Así es, divertida y adorable.
ResponderEliminarY aunque le deban un óscar a Annette Bening por "American Beauty", no es justo que se lo quite a Natalie Portman. Y aunque le deban un óscar a Julianne Moore por "Las Horas", ésta no es su gran peli y tiene sentido que no esté nominada. Porque, claramente, esta peli ha sido de las que se han colado por la puerta trasera por la norma de las 10 películas.
Y claramente... QUIERO A MIAAAAA!!!!
me ha encantado el comienzo de la crítica XD
ResponderEliminaraunque creo que abusas del término "mona"
"Mono" es el mejor término del mundo. Mis tíos llamaban a uno de mis mejores amigos "qué mono", porque es lo único que decía de él cuando le nombraba, así que seguro que estaban de acuerdo contigo. xD
ResponderEliminar