sábado, 9 de abril de 2011

FESTIVAL DE MÁLAGA 2011

Dos documentales, dos formas de mostrar la realidad

El Festival de Málaga se decanta por la ostentación de las estrellas para atraer la atención de los medios y arrincona a las producciones pequeñas.


La sección documental de la 14 Edición del Festival de Cine Español de Málaga ha destacado por su alto nivel. Durante la gala de clausura, Rosa María Calaf, como parte del jurado, afirmó lo difícil de elegir a los premiados e instó a distribuidores y canales de televisión a ayudar a impulsar un género de gran calidad y de alto contenido educativo.


Lo que sorprende de la sección documental, entre otras cosas, es la presencia o manera de proyectarlas durante el festival. Cabe destacar Morente de Emilio Ruiz Barrachina y Oxígeno para vivir de Georgina Cisquella.

 

Morente retrata el último trabajo de Enrique Morente dedicado al cante de poemas sobre  la obra de Picasso. Intenta un acercamiento al artista como persona que no logra más que a través del contacto con sus hijos. A diferencia de Oxígeno para vivir, se presentó en el Teatro Cervantes (1200 butacas, donde se realizó la Gala de Inauguración y la de Clausura). El documental de Ruiz Barrachina tuvo dos pases: el primero, dedicado a la crítica que posteriormente asistió a la rueda de prensa con Estrella Morente y su director como estrellas principales; y, el segundo,  abierto al público, con un lleno absoluto y con su correspondiente alfombra roja con la presencia de los hijos del artista y su director, nuevamente.

Sin embargo, Oxígeno para vivir se presentó austeramente en el Teatro Echegaray (304 butacas) con una capacidad mucho menor que el Teatro Cervantes. A la presentación acudieron su directora, Georgina Cisquella, y su protagonista indiscutible, el periodista de 81 años, Enrique Meneses. Este único pase se hizo bajo la mirada atenta de medio centenar de jóvenes, varios estudiantes de periodismo. El documental muestra la historia de vida de Enrique Meneses, apasionado del periodismo, al que se ha dedicado en alma y cuerpo y que continúa ejerciendo a través de las nuevas tecnologías ya que su salud le impide seguir llevando vida de aventurero.

La carga emotiva de Morente vino dada por la reciente muerte del cantaor. Su hija, Estrella Morente, acaparó la atención de los medios, que esperaban ansiosos las declaraciones de una hija destrozada por la muerte de su padre. Declaraciones que rozaron el sensacionalismo y que desviaron el interés de la crítica hacia un terreno más sentimental. No es el caso de Enrique Meneses, que se llevó todo el protagonismo del coloquio posterior al documental. El turno de preguntas se inicia y el periodista se entrega al auditorio entre anécdotas y consejos. Tuvieron que interrumpirle porque el tiempo se había acabado y la charla continúo, pero fuera del teatro, en la calle, rodeado de jóvenes con mil preguntas. Y él, encantado, hablando de su experiencia.

Dos formas de enfrentarse a un documental de personalidad, diferentes maneras de acercarse a la persona y un resultado final: el sentimiento que al espectador le queda y comparte con los demás.

2 comentarios:

  1. Muy bueno Deb!
    Me encanta la primera foto.

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  2. Me encantó cuando Calaf dijo que habia que impulsar al documental porque vivimos en tiempos en los que hace falta hacer muchas reflexiones...Me ha gustado mucho como lo has enfocado. Meneses es GENIAL.

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