Últimamente con las películas de acción tengo un problema. Resulta que me gustan mucho más sus tráilers que la película en sí. Me dejo llevar por los adelantos que nos sueltan las productoras y una vez que sales de la sala tras haberte gastado los 8 euros que vale la entrada, te das cuenta de que el tráiler es mejor que la película entera y te cuenta lo mismo en unos pocos minutos. Con Hanna me ha vuelto a pasar, tenía echado el ojo a esta película desde que vi su tráiler meses atrás y me pareció interesante, pero el producto final me ha dejado frio y bastante insatisfecho con respecto lo que esperaba encontrar.
Hanna es una niña que vive en algún bosque nórdico junto a su padre, apartados de toda sociedad y viviendo austeramente como parte del entrenamiento que somete papa a la niña para convertirla en una supermáquina de matar, sin embargo aunque preparada para llevarse por delante a cualquiera, a Hanna nadie le ha enseñado como enfrentarse a la vida cotidiana. Con estas cartas encima de la mesa, soltamos a la rubita para que cumpla su violento cometido, a la vez que va descubriendo lo difícil que es ser una niña normal. Sobre estos dos caminos intentará moverse la película mezclando escenas de acción claramente influenciadas por la soberbia saga Bourne, con parte de metraje más edulcorado que recuerda a un anuncio de tampones para adolescentes.
El mayor problema de Hanna es su guión. Ridículo, previsible y lleno de fallos por todos lados, como por ejemplo el hecho de que Hana se asuste y asombre de encender un fluorescente a la vez que exclama “¡Es electricidad!”, y más adelante aparece usando un ordenador para buscar información por internet. ¿De verdad es tan difícil hacer un guión con un poco de sentido común?
Algo de luz aporta la actuación de Saoirse Ronan, aunque su papel tampoco da para mucho más, si que cumple con su parte y hace una actuación bastante decente. Tengo ganas de verla en proyectos que la exijan algo más a sus dotes como actriz. Lástima que Peter Jackson al final no se decidiera a convertirla en elfa en el Hobbit, porque sus rasgos nórdicos son ideales para ello. Eric Bana aguanta el chaparrón como puede y está bastante correcto en un personaje bastante flojo, y Cate Blanchett supone otra de las decepciones de la cinta, con un papel de mala malísima en el que se dedica escena tras escena a sobre actuar, y es que los últimos trabajos de esta mujer chirrían por todos lados.
La nota positiva de Hanna es sin duda su fotografía, en conjunto con unas localizaciones y escenarios que mantienen un nivel estético muy alto, acompañado por la banda sonora de Chemical Brothers que proporciona un recital de música electrónica a la película, aunque en algún momento sature y parezca un videoclip más que otra cosa.
Hanna es una película irregular y decepcionante, donde hay más sombras que claros. Por cierto, se dejan caer por tierras españolas con recital de tópicos patrio incluidos, alguien me tiene que explicar por qué cuando salgo a la calle no me encuentro una hoguera con gitanos cantando y bailando flamenco en cada esquina.
Pues mira que yo tengo unas ganas locas de verla, ¿eh? Pero si pinta tan mal igual me la descargo y santas pascuas.
ResponderEliminarp.d. Me pregunto yo también lo de los gitanos. Y ni una vez he visto yo sevillanas en la puerta de mi casa bailando, estoy decepcionada...
Bueno Key, me ha asombrado leer hoy varias criticas bastante positivas de la película, sobre gustos nunca se saben, pero a mí me dejó bastante frio, y hoy en día con lo poco que tardan en salir a la venta las películas después de estar en cartelera... :p Benditos torrents.
ResponderEliminarYo fui el otro día a verla y me dejó con la misma sensación que a Sergio... el guión y los personajes son de coña!!
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