Ayer Showtime estrenó el último capítulo de United States of Tara, la serie que ha recogido el testigo de retrato de la familia más jodida de América de manos de los Fisher (A dos metros bajo tierra). Tres temporadas de doce capítulos de veinticinco minutos cada uno ha sido todo lo que hemos vivido con los Gregson. Siempre está la terrible disyuntiva de apenarse porque el final se haya adelantado por falta de audiencia, o de alegrarnos porque la serie termine en lo más alto.
Desorden disociativo de la personalidad
Creada por Diablo Cody (Juno) y producida por Steven Spilberg, United States of Tara es una serie centrada en una mujer de Kansas, esposa y madre, que padece desorden disociativo de la personalidad. En momentos de estrés, Tara sufre transiciones que la llevan a convertirse en sus alter, personajes con personalidad propia y apariencia física muy distintas a las de Tara. Y con sus propios objetivos, claro.
Un excombatiente de la guerra de Vietnam, una adolescente ninfómana y un ama de casa ejemplar son las otras tres personalidades, que se irán multiplicando con el avance de la serie. Una premisa interesante que viene acompañada de un buen plantel de elementos que no puede fallar:
Secundarios de lujo
Aquellos secundarios de lujo que hemos visto desfilar por películas o series se hacen un hueco como protagonistas en United States of Tara. John Corbett (Doctor en Alaska) y Rosemarie DeKitt (La Boda de Rachel, Mad Men) son dos grandes actores que acompañan a una auténtica genio de la interpretación, Toni Collette, la razón de ser de la serie. Esta actriz australiana tiene una trayectoria basada en papeles de madre de- (El Sexto Sentido, Un niño grande, Pequeña Miss Sunshine) y esposa de- (Velvet Goldmine). En United States of Tara sigue siendo esposa y madre, pero con hijos de- y marido-de, siendo ella la estrella y la protagonista. Tara y sus múltiples personalidades suponen un regalo como papel que Collette ha sabido exprimir: ha ganado un Emmy y un Globo de Oro por su interpretación en la serie.
Gran puesta en escena
Los espacios como una extensión de las personalidades de los personajes. Un ejemplo de estética cuidada desde la cabecera de la serie:
El guión perfecto
Los personajes son un completo delirio, con sus conductas absurdas frente a las locuras que les toca vivir. La serie plantea con una narrativa adulta los conflictos, las relaciones y la evolución de los personajes con una profundidad asombrosa (hace en veinticinco minutos lo que Mad Men consigue en cincuenta). El sentido del humor está siempre presente mientras nos cuentan historias muy turbias (como Tara enrollándose con el novio de uno de sus hijos, la hermana que se va a casar embarazada de otro hombre, la abuela loca…). La herencia de A dos metros… está latente, no sólo por la presencia de la genial Frances Conroy (Ruth Fisher) sino por la abrupta ruptura con la tradición de familia feliz norteamericana. United States of Tara es una serie que se basa en la infelicidad, en los problemas que envuelven a una familia. No es una serie que ver para entretenerse, ni una serie que plantee misterios irresolubles sobre sí misma (no es Como conocí a vuestra madre ni Lost). Es en cambio una de esas series que eleva la categoría de televisión a los estándares del mejor cine. Y aunque te pueda destrozar a fuerza de mostrar dolor, plantea una breve resquicia para la felicidad real: aunque tú te vayas a otro sitio, tus problemas se marchan contigo. Y la mayor lucha es contra uno mismo.
Muy buen artículo Eli, la cabecera de la serie me ha encantado...buena sugerencia para ver en verano!
ResponderEliminarMe reengancho!
ResponderEliminarSí, yo la dejé abandonada, pero me has convencido, aunque lo de compararla con los Fisher no me lo crea :P.
ResponderEliminarPor algo a mí, que no soy de series, me gustó Tara.
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