viernes, 24 de febrero de 2012

La carrera hacia los Oscar: 'El árbol de la vida'

‘El árbol de la vida’ es, sin duda, la película más polémica del año. Nominada a los Oscar a Mejor Película, Mejor Director (Terrence Malik) y Mejor fotografía se puede adivinar que va a quedar relegada al olvido en la gala del próximo domingo.
Brad Pitt (nominado a mejor actor por 'Moneyball') y Jessica Chastain (a mejor actriz de reparto) son los protagonistas de la experimental obra poética de Malik. Una historia etérea, cromática y musical que desconcierta a todo aquel que se enfrente a ella. 


Cuenta la historia de Jack (Hunter McCracken), un niño que vive con sus hermanos y sus padres (los ya citados Pitt y Chastain) en la norteamérica de los años cincuenta. Su madre encarna el amor, la ternura  y el sufrimiento, mientras su padre representa la severidad y la intransigencia e intenta enseñar a su hijo cómo debe enfrentarse a un mundo hostil.

Esta es la sinopsis oficial que se maneja para hablar de ‘El árbol de la vida’, pero seguramente cada uno tendrá una interpretación diferente de lo que se proyecta en la pantalla dado lo onírico de la misma. Tras media hora de imágenes inconexas, dinosaurios, volcanes y demás maravillas de la naturaleza terrestre (contemplativismo al máximo) vemos aparecer a los seres humanos. Sí señores, media hora sin saber de qué nos está hablando Malik. Hay quienes iban preparados para la llamada “poesía visual” con la que se ha defendido la película, pero desde luego es el cine más diferente que se ha nominado a los Oscar, y aunque sólo fuese por eso, debería dar el cante y llevarse el premio a Mejor película. Sería todo un escándalo, cosa que no se lleva demasiado bien en el mundo hollywoodiense. Así que no temáis, detractores de ‘El árbol de la vida’, no va a ganar.

Las siguientes dos horas de película destacan por la combinación de diálogos (muy pocos) y música celestial (en abundancia). Malik demuestra su maestría con la cámara y consigue transmitir a través de los movimientos y bailes de la imagen una sensación de ingravidez y ligereza que hacen reconocer al espectador que está en manos de un gran director. Pero ello no evita que, al mismo tiempo, el espectador se canse de ver lo mismo durante esas dos horas. Tanta ligereza e ingravidez también genera bostezos y alguna cabezadita.

Como se suele decir en estos casos: “o te apasiona o la odias”, no hay término medio. Así que si eres el tipo de persona que quiere ver todas las películas antes de la gala, ya puedes reservarte un hueco para esta y decidir por ti misma. No te desanimes con la crítica, piensa que puedes ser uno de ‘los apasionados’ de ‘El árbol de la vida’. Por cierto, olvidé decir que Sean Penn también sale, muy poquito, pero sale. 4

1 comentario:

  1. Creo que fue Laura que contó que leyó en un sitio, "¿Obra maestra o mierda pretenciosa? Probablemente las dos cosas". Yo ni la odio ni la amo, me pareció interesante, si le quitasen la media hora final y todo lo de Sean Penn, me gustaría mucho.

    ResponderEliminar