jueves, 21 de abril de 2011

Caperucita Roja: Crespúsculo una y otra vez


Se ha puesto de moda versionar cuentos clásicos. Tuvimos Peter Pan, tuvimos Alicia en el País de las Maravillas y ahora nos ha tocado Caperucita Roja. ¿Cuál es la diferencia entre las dos primeras y esta última? Al menos las anteriores tuvieron la decencia de mostrarse tal y como eran: cuentos. Peter Pan nunca trató de salirse de la idea de película para preadolescentes y Alicia trataba de conjugar esa esencia de Tim Burton en la que niños y adultos disfrutan por igual de sus historias y estéticas (aunque su éxito fuera dudoso).

Sin embargo, a Catherine Harwicke se le ocurrió que era una buena idea pintar a Caperucita de película para adultos, acompañada incluso del subtítulo “¿A qué tienes miedo?”. Pues yo, sinceramente, a todo. A todo, menos a esta película, que más que a historia de terror suena a chiste barato. Repasemos el por qué.


Para empezar, nos encontramos ante Crepúsculo versión “hombre lobo“. O no, perdona. Que en Crepúsculo también tenemos hombres lobo. Vale, nos encontramos ante Crepúsculo versión “abrigo rojo”. Historia de amor de adolescentes, tan intensa como inverosímil. Chica joven, guapa y dulce está perdidamente enamorada de chico con cualidades similares. Su amor es, por supuesto, imposible, así que sufren su pena en silencio, para grandeza de cada reencuentro sexual en bosques y pajares.

Por otro lado, tenemos la reinterpretación de que nuestro villano, el lobo que aterroriza a toda una aldea, es uno de más de los habitantes. Oh, gran misterio. ¿Quién será? Como idea no es mala, una reinterpretación de El Bosque ambientada en este universo de cuento. Una buena premisa perfectamente desaprovechada por una tensión que no llega, por una historia que no aterroriza. Y para que lo diga yo, ya tiene que ser verdad. Llega un momento en que, si te paras a pensarlo, tampoco te importa tanto quién sea el dichoso lobo.

Tampoco ayuda el reparto, un elenco de chicos guapos, pero poco dados a la interpretación. Amanda Seyfried repite en otro papel de chica insulsa, que empaña el talento que ya hemos podido ver en películas como Chloe.

Si algo llama especialmente la atención es la fotografía y banda sonora, perfectamente cuidadas. Están tan bien orquestan que impregnan la película con una estética de misterio y seriedad que hace aún más ridícula la obra en su conjunto. Es como intentar envolver un disco de Justin Bieber en una cubierta de María Callas, incoherente y poco ético.

Y, sin embargo, después de este destrozo, he de decir que Caperucita Roja es una película entretenida. Es ligera, no bostezas y es lo más cercano a un culebrón “made in Hollywood” que he visto en algún tiempo. Pero no, no es un cuento. No llega a tanto.

6 comentarios:

  1. jaaaaaaaaaaajajaja. Me alegro de que hayas hecho tú la crítica xD. Aún así, creo que la veré...

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  2. Muy buena Bea.
    La peli de El Bosque por su parte es una de las peores que he visto en mi vida.

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  3. LA DE "EL BOSQUE" MOLA MOGOLLÓN!!! Aunque entiendo que pueda odiarse también...

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  4. dios!
    la peli es malísima!!jaja. El malo era de risa.
    de todas maneras la volveré a ver.

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  5. eeeehhhhh!El Bosque es un peliculón!El final es genial y una de esas pocas veces que no es nada previsible...un respeto al Bosque!

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  6. mmm...Manu, estoy contigo. A mí tampoco me gustó, pero la vendieron como una peli de terror y, en realidad, no lo es...La idea es buena, pero no me convenció.

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