Tom McCarthy estrena su nueva película, Win Win (ganamos todos), después de su increíble debut Vías Cruzadas y su tierno film The Visitor. En esta nueva cinta, se centra en la vida de un abogado, Mike, (Paul Giamatti) que al verse con problemas económicos decide hacerse cargo de un anciano para poder recibir algo de su dinero. Un día, Mike se encuentra con un chaval esperando en casa del anciano. El adolescente, nieto del señor, ha huido de una casa donde su madre no se ocupa de él. Mike, además de abogado, es entrenador de lucha, por lo que al descubrir que el adolescente es un magnífico luchador, ve una buenísima oportunidad para ocuparse también de él.
Win Win, como el resto de la filmografía de este director, se basa en una serie de casualidades, donde personajes que no tienen nada en común, se ven obligados a encajar como piezas de puzzles distintos para poder seguir adelante. Personajes reticentes a ayudarse unos a otros pero que finalmente lo acaban haciendo y se encuentran con la pieza que les faltaba en su vida.
En todas sus películas, McCarthy nos hace replantearnos qué es la familia. Pues un enano amante de los trenes, una pintora separada y un cubano energético parecen buen clan. Un hombre viudo solitario y un inmigrante que le da clases de djembé encajan demasiado bien. Y un adolescente que se acaba de fugar y un abogado casi arruinado son mejor familia que aquella tradicional.
En Win Win, aunque utiliza el deporte como telón de fondo, la historia gira en torno a las preocupaciones y dilemas de la clase media. Aquella que aparentemente no sufre porque tiene un trabajo, una casa y comida caliente diaria. McCarthy desmuestra que tras una cañería que no funciona o un partido de lucha que se pierde, se esconden los verdaderos problemas y sufrimientos de los personajes.
Los protagonistas de las películas de este director no son grandes ganadores de pelis de sobremesa. Son aprovechados, inseguros, refunfuñones, débiles y vencen a su manera. Por ejemplo, en Win Win, la competición no la ganan con un increíble touchdown a cámara lenta, sino corriendo de forma cobarde hasta que se acaba el tiempo.
Además, Tom McCarthy apoya sus películas en una gran elección de actores. Como hizo en Vías Cruzadas con Peter Dinklage (el incríble enano de Juego de Tronos) y Patricia Clarkson, o en The Visitor con Richard Jenkins (el padre fantasma de A Dos Metros Bajo Tierra), esta vez se queda con el magnífico Paul Giamatti y descubre al adolescente Alex Shaffer.
A ver si la veo porque The Visitor me encantó!
ResponderEliminarLa verdad es que con esta peli parece que cierre una especie de "trilogia de la amistad". Amistades fuera de lo común, pero amistades al fin y al cabo.
ResponderEliminarTendremos que seguirle la pista bien de cerca :)
Muy dulce y tierna, me quedo con ese jóven desamparado y un crack en la lucha libre...me he enamorado...xD Sin olvidarme de la madre, es genial!!
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