martes, 20 de septiembre de 2011

Festival de San Sebastián

Domingo 18
Y el séptimo día llegaron las estrellas. Bueno, esto no es del todo verdad porque en realidad algunas ya habían llegado pero se paseaban por los pasillos de sus hoteles y no podíamos verlas. El séptimo día se presentaron ante nosotros en las ruedas de prensa, extraños encuentros que no dejan de maravillarnos.


 
Glenn Close, premio Donosti y protagonista de Albert Nobbs, vino a hablar de su larga relación con el personaje que da título a la película, de las mujeres en Hollywood, de Meryl Streep y de la existencia de los géneros. La acompañó el director Rodrigo García, el hijísimo, en una interesante conversación por los vericuetos de la película bañada con la elegancia de las dos grandes estrellas.

Mucho más cercana fue Sara Polley, que además presentaba una película mucho más chiquitita. La actriz se pone tras la cámara para dirigir su segundo largometraje, Take this waltz, sobre el matrimonio, el amor, la felicidad y el vacío. Una peli indie en sus virtudes y sus defectos.



Shame, de Steve McQueen, es un asunto peliagudo y que requiere de más explicación, ya que la propia redacción no se pone de acuerdo: hay quien cree que es la mejor película del festival, hay quien pegaría a quien se atreva a mencionar el nombre del director. Ya nos pegaremos más adelantante porque está claro que no puede haber consenso. 

 

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