Festival de San Sebastián. Crónicas Diarias

Sábado 17

La segunda jornada del festival estuvo marcada principalmente por la lluvia y nuestros intentos frustrados de montar la tienda en el cámping sin empaparnos del todo. Es la dura realidad del periodismo low-cost: glamour de alfombra roja y artisteo, junto a las latas de comida y los macutos empapados.

Silver Tonges, a las 09.30, fue una sorpresa. Una pareja de amantes viaja creando escenarios de conflicto en un escurridizo juego que lleva al límite los términos de la ficción. Lejos de ser perfecta, tiene una premisa interesante que desarrolla con elegancia. Es la que lleva la puntuación más alta en el Premio Euskaltel de la Juventud (un 8.4).

La directora libanesa Nadire Labaki declaró su amor por el Festival de San Sebastián, un amor que el festival le devuelve con creces. Si ya ganó cuatro premios en la edición de 2007 con Caramel, Et Maintenant on va oú le ha proporcionado un calurosísimo reencuentro con el público del festival. Conjugando la comedia musical y la más dura crítica social, Et Maintentant... es una historia de mujeres de un pueblo dividido que luchan por mantener el equilibrio y asegurar la paz con medios tan irreverentes como contratar a una troupe de strippers ucranianas. Una de las perlas de la sección Zabaltegui que no sorprendería si se alzase con el premio del público, ya por algo lleva una puntuación sobresaliente de 9.04.

Kim Ki-Dux apareció en la sección oficial con su nueva propuesta, Amen. Una película rompedora con su anterior trayectoria, rodada al más puro estilo dogma, con "presupuesto cero". Tras ganar en Cannes, se quedó en Francia rodando con la actriz en un viaje itinerante en tren entre Paris, Avignon y Venecia. Harto de las complicaciones de la producción, decidió liberarse de "el sistema, el capital y los espectadores" y lanza esta película, un experimento que no saldrá de festivales. "No creo que nadie pague para ver una película como esta", dijo el director, a la vez que confesó que pensaba que acudía fuera de competición con la película hasta llegar a Donosti. "La concha tampoco es un premio tan importante", contestó cuando le preguntaron si pensaba ganar. "Aunque nadie conocería mi cine sino fuera por los premios que me dan en Europa. He cambiado de opinión, dame el premio, Jurado!".