Festival de San Sebastián. Crónicas diarias

Lunes 19 y Martes 20

A la gente le gusta reírse en el cine, ya sea con Resacón en las Vegas o la última de Woody Allen. A todos nos gusta la comedia, y nos gusta mucho más tras un aluvión de cine sobre incesto, violaciones, asesinatos, mentiras, violaciones, traumas, violaciones... Que una película destaque el humor en su sinopsis la convierte automáticamente en candidata para ser de las preferidas del público del festival, traumatizado tras la enésima violación y que busca reconciliarse con el mundo. 



Hemos visto comedias y muy buenas estos días. Le Skylab, de Julie Delpy, es una auténtica delicia: una gran familia francesa que pasa un fin de semana en Bretaña. De diálogo ágil y continuo y un cuidado equilibrio entre el humor y la ternura, algunos apuntan a que le caerá el premio al mejor guión. Ojalá.

Kiseki, o I Wish, es otra de la sección oficial que hace salir del cine con una sonrisa en la boca. La historia de dos hermanos que viven en ciudades diferentes por la separación de sus padres, habla de deseos disparatados e irrenunciables. La espontaneidad de la película, así como el genial reparto infantil, aseguran un buen resultado. Prima a esta cinta japonesa está 11 flowers, coproducción franco-china que traza una historia sobre la revolución cultural china desde el punto de vista de un niño.


Extraterrestre, de Nacho Vigalondo, fue sin duda la que más carcajadas recogió. Divertidísima e irreverente ciencia ficción, destaca sin ninguna duda su chanante reparto. Carlos Areces for president.


Como no todo podían ser risas, también vimos The Deep Blue See y La voz dormida. Ya las destriparemos más adelante, pero os dejamos como teaser una palabra: "decepción".


ps. Es el segundo día que Carlos Boyero se sienta a mi lado mientras escribo estas crónicas. No se si es el destino, pero es inquietante.