Hace tiempo que la televisión y el cine rivalizan en la calidad de sus obras audiovisuales. Poder estudiar y disfrutar de películas y series en una época en la los directores más prestigiosos, los grandes actores y actrices y los guionistas más reconocidos trabajan indistintamente para ambos medios, creando producciones de tan alta calidad, es un lujo.
Al amor por el cine, por sus películas, cosechado desde la infancia, se une ahora uno similar por la televisión y sus series. Lo que antes era un medio inferior, con productos secundarios y menos cuidados, ha ganado en calidad y admiración por todos los seguidores de lo audiovisual. Decir que ves series ya no está considerado como algo menor: Perdidos rivaliza, temporada a temporada, con las superproducciones más destacadas de Hollywood.
Por eso, este blog auna ambos mundos. El cine, con su trayectoria de calidad histórica; la televisión, con ese resurgir como auténtico arte. Para los que lo seguimos, escuchar hablar sobre el traslado de talentos entre el cine y la televisión no es algo nuevo. Es este, probablemente, uno de los mayores símbolos del auge que están sufriendo los productos audiovisuales. La televisión se nutre del cine, el cine se nutre de la televisión. No pueden tomarse ya como dos cosas independientes: su interrelación es tal que hablar de uno, supone hablar de otro también.
Disfrutamos igual de una buena película que de una serie que enganche. ¿Por qué, entonces, vamos a dedicar nuestro blog a un solo aspecto, cuando ya hemos visto que están muy unidos? Nos apasiona tanto la historia de Hanna Schmitz en El Lector como lo hace la de John Locke en Perdidos. ¿Por qué hacer distinciones?
En este blog, por tanto, podrá encontrarse un compendio de críticas de películas y series, noticias del mundo del cine y la televisión, biografías de los personajes que más nos han llamado la atención, crónicas sobre festivales, etc... Porque es lo que nos gusta y de lo que nos gusta escribir.
Al amor por el cine, por sus películas, cosechado desde la infancia, se une ahora uno similar por la televisión y sus series. Lo que antes era un medio inferior, con productos secundarios y menos cuidados, ha ganado en calidad y admiración por todos los seguidores de lo audiovisual. Decir que ves series ya no está considerado como algo menor: Perdidos rivaliza, temporada a temporada, con las superproducciones más destacadas de Hollywood.
Por eso, este blog auna ambos mundos. El cine, con su trayectoria de calidad histórica; la televisión, con ese resurgir como auténtico arte. Para los que lo seguimos, escuchar hablar sobre el traslado de talentos entre el cine y la televisión no es algo nuevo. Es este, probablemente, uno de los mayores símbolos del auge que están sufriendo los productos audiovisuales. La televisión se nutre del cine, el cine se nutre de la televisión. No pueden tomarse ya como dos cosas independientes: su interrelación es tal que hablar de uno, supone hablar de otro también.
Disfrutamos igual de una buena película que de una serie que enganche. ¿Por qué, entonces, vamos a dedicar nuestro blog a un solo aspecto, cuando ya hemos visto que están muy unidos? Nos apasiona tanto la historia de Hanna Schmitz en El Lector como lo hace la de John Locke en Perdidos. ¿Por qué hacer distinciones?
En este blog, por tanto, podrá encontrarse un compendio de críticas de películas y series, noticias del mundo del cine y la televisión, biografías de los personajes que más nos han llamado la atención, crónicas sobre festivales, etc... Porque es lo que nos gusta y de lo que nos gusta escribir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario