Un experto del mercado cinematográfico declara que el audiovisual español puede llegar a ser un verdadero sector estratégico, en la medida que desarrolle "marca, identidad y cultura".
"Cuántas hamburguesas se han vendido gracias al cine y cuánta gente quiere conocer Nueva York por haber visto una película", declara Pepe Amiguet. Quizá lo que este señor esté proponiendo es crear más cine a lo Vicky Cristina Barcelona, en la cual se refleja una sociedad española que bebe vino, se reúne por las noches a tocar la guitarra y conduce un descapotable rojo.
Hace unos años, tanto público como crítica se quejaba de que el cine español se reconocía a la legua: mezcla de guerra civil y sexo.
Por fin, se consigue ampliar esa temática con directores como Nacho Vigalondo, Jaume Balagueró, Paco Plaza, o Isabel Coixet entre muchos otros, o películas como Ágora, Planet 51, Los cronocrímenes o Spanish Movie, y entonces surgen quejas de que el cine español se hollywoodiza o no encuentra su marca propia.
Yo creo que no está bien ninguno de los dos extremos: ni el cine castizo lleno de maquis escondiéndose en los bosques ni las copias exactas del cine comercial americano. Ejemplos como AzulOscuroCasiNegro, El Otro Lado de la Cama, El Método, El Laberinto del Fauno, La Flaqueza del Bolchevique, El bola, V.O.S. etc. demuestran que existe un punto medio por explorar.
Y es que lo mejor es no tener ninguna marca concreta que defina el cine español, porque eso significa que es tan rico y variado que no se puede clasificar.
"Cuántas hamburguesas se han vendido gracias al cine y cuánta gente quiere conocer Nueva York por haber visto una película", declara Pepe Amiguet. Quizá lo que este señor esté proponiendo es crear más cine a lo Vicky Cristina Barcelona, en la cual se refleja una sociedad española que bebe vino, se reúne por las noches a tocar la guitarra y conduce un descapotable rojo.
Hace unos años, tanto público como crítica se quejaba de que el cine español se reconocía a la legua: mezcla de guerra civil y sexo.
Por fin, se consigue ampliar esa temática con directores como Nacho Vigalondo, Jaume Balagueró, Paco Plaza, o Isabel Coixet entre muchos otros, o películas como Ágora, Planet 51, Los cronocrímenes o Spanish Movie, y entonces surgen quejas de que el cine español se hollywoodiza o no encuentra su marca propia.
Yo creo que no está bien ninguno de los dos extremos: ni el cine castizo lleno de maquis escondiéndose en los bosques ni las copias exactas del cine comercial americano. Ejemplos como AzulOscuroCasiNegro, El Otro Lado de la Cama, El Método, El Laberinto del Fauno, La Flaqueza del Bolchevique, El bola, V.O.S. etc. demuestran que existe un punto medio por explorar.
Y es que lo mejor es no tener ninguna marca concreta que defina el cine español, porque eso significa que es tan rico y variado que no se puede clasificar.
Bueno, bueno, bueno, May saca su patriotismo a relucir.
ResponderEliminarNo, es broma, estoy completamente de acuerdo que eso de tener que buscar una identidad definida está bastante pasado de moda. Creo que el cine español está en uno de sus mejores momentos creativos (y lo estará más cuando acabemos la carrera!)
Totalmente de acuerdo, el cine español ha estado infravalorado mucho tiempo por el tema subvenciones. Hace falta que lo empujemos nosotros yendo a ver peliculas buenas que se estan haciendo. Gordos también la incluiría en tus ejemplos. El problema es que ha estado tanto tiempo minusvalorado que ahora cuesta que la gente vaya a ver cine español, y tampoco ayuda a que el concepto de grandes clásicos del cine sea siempre para pelis extranjeras cuando aquí hay buenos ejemplos como buñuel etc.
ResponderEliminarMuy buen post May!
Yo hace poco he acabado un trabajo sobre cine británico, y la conclusión a la que llegué es que los cines nacionales deben buscar su oportunidad diferenciándose de Hollywood, y esta es la única regla. En cuanto al concepto de nación; cada vez es más complejo y confuso, asi que para no caer en el error de identificar a España con el Flamenco y los toros, y a Reino Unido con el té y la reina, se debe explorar la diversidad y lo minoritario. La identidad nacional no la conocen ni los propios british!
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